viernes, 13 de diciembre de 2013

Fragmentos de Tiempo de seducción

``Tiempo de seducción´´ de Diana Palmer. 

''-Te gusta Millie Evans, y por eso la defiendes.
-Me gusta Miellie, es verdad. Si no hubiera tanta competencia, a lo mejor probaría suerte.
Eso era lo que le fastidiaba a John, que no soportaba la competencia. Sabía que jamás podría sustituir al hombre de quien Millie lleva seis años enamorada.
-¿Qué hombre?
-Tú.''


''-Estaré de vuelta la semana que viene.
Barry sonrió.
-Pues claro- miró a Tony con recelo-. No dejará que le pase nada a Millie, ¿verdad?- preguntó, asumiendo que el hombretón trabajaba para la policía.
-No- le aseguró Tony-. No dejaré que le pase nada malo.
Millie no quería sentir aquel bienestar que le producían sus palabras. Le había entregado su corazón a aquel hombre una vez, y su rechazo casi la había matado. Si al menos, pensaba, pudiera olvidar sus sentimientos para siempre...''


''A Tony le pareció un gesto de humildad su evidente deleite con la comida. Él estaba acostumbrado a los hoteles caros y a la comida exquisita, y hacía tiempo que esas cosas no le impresionaban. Pero Millie venía de familia humilde, y vivía con un presupuesto bastante bajo. Imaginó que jamás habría entrado en el vestíbulo de un hotel de lujo y, menos aún, se habría hospedado en uno. De pronto, imaginó que la llevaba a dar una vuelta en su descapotable, que navegaba en su yate en las Bahamas, y que se tumbaba a tomar el son con ella. Millie tenía un cuerpo precioso. Se vio haciendo el amor con ella en una playa tropical de arena blanca y fina... ¿Pero... qué demonios le pasaba? Ella no era su tipo. Además, Millie nunca se acostaría con un hombre sin estar casada con él, por mucho que lo amara o le gustara.''


''-Frank me dijo que les contó mentiras de ti a tus jefes.
-Sí, y a los clientes- Millie cerró los ojos con gesto angustiado-. Pensé que iba a quedarme son empleo; y habría sido así, si Frank no hubiera hablado con algunas personas. Ha sido el que más me ha ayudado en todo este asunto. No sé qué habría hecho con su apoyo.
-Está colado por ti- dijo Tony adrede-. Pero él cree que tú no le haces caso porque tiene un empleo malo.
-Su trabajo no me importaría si sintiera lo mismo por él. Ojalá pudiera- dijo en voz baja-. Pero no puedo, no lo siento.
La confesión le hizo a Tony sentirse bien. Por qué, no quería saberlo.''


''Mientras él estuvo fuera, ella dio una vuelta por la habitación, y entró en su dormitorio por pura curiosidad. Tony tenía la maleta abierta sobre la cama. Recogió una camisa que se habría caído al suelo con las prisas, seguramente cuando se había cambiado esa mañana. Se le acercó a la nariz y aspiró. Sonrió, con los ojos cerrados. Cada persona tenía su fragancia personal, pesaba, y todas eran distintas. Ella reconocería la de Tony en una habitación a oscuras; Tony olía a campo, a especias y a helecho. Le encantaba ese olor. Recordó la sensación de estar entre sus brazos, cuando él la había sacado de la biblioteca. Tony tenía los brazos fuertes y cálidos. Deseó poder estar entre sus brazos de nuevo, pero sabía que iba a tener que olvidarse de él.
Dejó la camisa en la cama; pero al momento pensó que él se percataría de que alguien la había cambiado de sitio; sobre todo un hombre tan listo como Tony. Así que la dejó de nuevo en la alfombra, salió del dormitorio y cerró la puerta.''


''Él le tomó las manos y se las besó.
-Siempre tuviste muy buen corazón- dijo con dulzura, sorprendiéndola del todo-. Recuerdo cómo te gustaban los niños. Solías contar cuentos en la biblioteca durante las vacaciones de verano, y ellos se sentaban a escucharte embelesados- se echó a reír-. Recuerdo que me encantaba verte contarles esas historias; se te iluminaba la expresión.
Eso la sorprendió todavía más.
-¿Cuándo fue eso?
-Te vi muchas veces- respondió él-. Pensaba mucho en ti. Mi profesión era peligrosa, y no quería casarme; pero siempre pensaba que si lo hacía tú estarías de las primeras en la lista- dejó de sonreír-. Y luego John empezó a contarme todas esas mentiras de ti. Y yo lo escuchaba.
Millie fue a apartarse, pero él le agarró de las muñecas y se lo impidió, fijando en ella sus ojos negros de mirada curiosa e intensa.
-Ojalá pudiera volver atrás, pero no puedo...- dijo Tony-. Lo siento, Millie. Siento mucho haberte tratado así. Sobre todo en la funeraria.
El roce de sus manos grandes y cálidas agarrándola de las muñecas le transmitió a Millie una sensación de consuelo.
-No me conocías- respondió.
-No quería conocerte- Tony hizo una mueca-. A lo mejor no me vuelvo loco, como le pasó a mi madre; pero tengo un pasado muy duro, y me va a ser difícil encontrar a una mujer que pueda vivir conmigo permanentemente. Me gano la vida con las armas, Millie- añadió, observándola-. Trabajo ara una oficina estatal que me envía a cualquier punto del planeta cuando las demás opciones fallan. Es un trabajo muy peligroso. No puedo tener ninguna distracción. Por eso no salgo con chicas agradables, con chicas como tú.''


''Horas después, muchas horas después, la policía y el equipo forense se marcharon, llevándose al cadáver.
-No puedes quedarte aquí- le dijo Tony-. Después de lo que has pasado, no.
En ese momento, se oyeron unos discretos golpes a la puerta. Tony la abrió, y Frank entró directamente.
-Acabo de salir del trabajo- dijo, vacilando, al ver que Millie se levantaba del sofá y se echaba a sus brazos.
Lloró todo lo que no había llorado hasta entonces, abrazada a Frank. Él la abrazó también, mientras le daba palmaditas en la espalda para tranquilizarla, mientras Tony contemplaba la escena angustiado.
No hacía falta preguntar por qué de pronto ella se sentía tan segura con otro hombre. Al verle disparar al asesino, parecía como si Millie hubiera abierto los ojos a lo que era en realidad su profesión, y le tenía miedo. Tony se sintió muy mal.''


''-Gracias por salvarme la vida- se dirigió a Tony sin mirarlo a los ojos, en tono mecánico.
-De nada- respondió él en tono frío.
Tony estaba más nervioso de lo que dio a entender. No era la primera vez que mataba a un hombre,pero sí la primera que se veía a sí mismo a través de los ojos de una inocente. Millie no volvería a mirarlo, y Tony se sintió inhumano.''


''Se preguntó qué tal le iría a Frank en Dallas, donde ya se había mudado. Él la había llamado; decían que le gustaban sus compañeros de trabajo, y que estaba seguro de que el trabajo en sí le iba a encantar. Pero también le había dicho que echaba de menos San Antonio.
Pero lo que él había querido decirle en realidad era que la echaba de menos. Qué pena no quererlo como él la quería a ella; a Millie le pesaba mucho.
A pesar de su comportamiento, Tony seguía siendo el sueño de su corazón. Tony...''


''Tony llegó a donde estaba Millie justo cuando ésta acababa de terminar de leer el cuento y les estaba dando dos besos a las niñas.
-Id a por un pedazo de tarta y un batido- les dijo mientras se ponía de pien.
Las niñas la besaron, muy contentas, antes de darse la mano y corretear hasta una mesa donde estaban la tarta y los refrescos. 
Millie se quedó mirándolas con una sonrisa en los labios. Entonces notó que alguien se acercaba, pero cuando levantó la vista y vio a Tony se quedó sin respiración.
Tony se arrodilló delante de su silla.
-A mí me pasa lo mismo...- dijo en tono grave, mirándola a los ojos tras los cristales de las gafas-. Eso es lo que siento cuando te veo. Me falta el aire.''


''-¿Cómo es que estás aquí?- le preguntó, sin poderlo remediar.
-Porque estás tú- respondió él.''


''-He estado reflexionando mucho sobre mi vida.- se volvió para mirarla de frente-. Llevo muchos años solo, y no puedo decir que no haya disfrutado de la soledad. He tenido relaciones breves, y también las he disfrutado. Pero me estoy haciendo mayor, y ya estoy harto de vivir solo.
Ella lo miraba a los ojos fijamente, conteniendo sin darse cuenta la respiración.
Tony se adelantó y le acarició los labios, feliz de verle cerrar los ojos, al oír su suspiro de anhelo.
-Ay, maldita sea, el resto puede esperar. ¡Ven aquí!
Tiró de ella y la abrazó y besó con tanta pasión que instantes después la tenía gimiendo de deseo.''


''Millie se levantó y se acercó a él. Lo abrazó por la cintura.
-Te quiero tanto- apoyó la mejilla en su pecho-. Creí que moriría de tanto quererte.
Él la abrazó y la besó en la cabeza.
-No te lo he dicho aún, pero debes saber que siento lo mismo que tú. Estas semanas que he pasado sin ti han sido un infierno- se inclinó y la besó en los labios-. ¡Dios, cuánto te amo!
A Millie se le llenaron los ojos de lágrimas. Permanecieron abrazados un rato, acunándose, saboreando el momento.''

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