``Hasta que llegue el caballero´´ de Sue-Ellen Welfonder.
''No había pasado todavía una semana cuando Kenneth aceptó su derrota.
La futilidad de luchar contra la atracción que sentía hacia lady Mariota y la temeridad de creer que podía proteger su corazón.
La verdad es que ya se le habían agotado todas las razones que se inventaba para evitarla, aunque en realidad ninguna le había funcionado. Sin importar ña tarea que se propusiera o el rincón del castillo en que se refugiara, ella siempre lo encontraba.
O, peor aún, él terminaba buscándola.''
''Unos momentos después, cuando Kenneth hundía las espuelas en su corcel en dirección haca Cuidrach, lo único que sabía era que lo que lo impulsaba a ir más rápido no era Cuidrach, sino ella.
Aquella mujer de cabello encendido que no tenía intenciones de dejar escapar... si es que podía abrigar la esperanza de que ella accediera a ser suya. Lo cual, ahora que conocía su verdadera identidad, le parecía una empresa abocada al fracaso.''
''Desde el primer momento en que él posó sus ojos en la esbelta figura de la muchacha, recortada en la ventana de la torre, Kenneth debería haber reconocido que estaba perdido.
Los santos sabían que sí lo presintió.
Así como sentía también algo ahora.
Una inconfundible agitación, una tensión que palpitaba con intensidad, una turbulencia de pasión que le recorría todo el cuerpo, robándole el frío aire y borrando las sombras de sus rincones, que se llenaban de luces temblorosas.
Y de esperanza.
De claridad.
Kenneth sintió que el corazón le empezaba a latir apresuradamente.''
''Mientras luchaba por disimular la manera tan profunda como ella lo afectaba, Kenneth tragó saliva y se concentró en las consecuencias que podían resultar del hecho de permitirse cuidarla y amarla.
Y la verdad era que, independiente de que fuera prudente o no, estaba seguro de que la amaba.
¿Qué otra razón podría explicar el hecho de que la sola idea de perderla fuera peor que la de pasar el resto de sus días confinado en una húmeda mazmorra?''
''Independientemente de lo mortificante que fuera, era un hecho que Mariota estaría mejor si se casaba y se iba a compartir el lecho de ese tal Duncan Strongbow.
O mejor aún, con un hombre real que tuviera sus mismas cualidades.
Pero Kenneth prefería morirse antes que dejarla ir.''
''La verdad era que se había enamorado perdidamente de Mariota. Ella era su tesoro y su razón de ser. Su vida. Y valía la pena pagar cualquier precio, sin importar lo que fuera, para salvarla de los hombres que estaban reunidos ahora frente a las murallas del castillo.''
''Con la desaparición de su dama, el sol había dejado de brillar.
Y él había quedado confinado a la fría oscuridad.
Kenneth se puso rígido, pues casi podía sentir que una capa de hielo le cubría la piel y le congelaba la sangre en las venas.''
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