``La princesa perdida´´ de Alexandra Sellers.
''Ella lo miraba en la semioscuridad, sorda a todo, y Sharif sentía que estaba soñando. Había mirado la foto de una niña y se había prometido buscarla y saber en qué clase de mujer se había convertido. No había comprendido que se había enamorado de la mujer que sería. Por eso tenía que encontrarla.
Sonrió, aunque no le apetecía sonreír. Quería estrecharla en sus brazos y jurar que la amaría y protegería siempre.''
Un lugar en el que poder leer fragmentos de libros, añadir otros, o escribir citas propias. ¡Animaos!
viernes, 27 de junio de 2014
Fragmentos de Ethan
``Ethan´´ de Diana Palmer.
''-Será mejor que me vaya a hacer esa llamada- murmuró Miriam-. Gracias, Ethan... por todo. De verdad que siento todo lo que te he hecho. Te mereces algo mucho mejor de lo que yo te di- alzó el rostro hacia el de él, y lo besó con ternura.
El beso sólo duró un instante, y fue un beso de despedida, de perdón, entre dos personas que una vez fueron marido y mujer, pero a Arabella, que lo observó al acercarse a la puerta, le pareció algo mu distinto, un beso de verdadero amor, y sintió como si una garra le estrujase el corazón. Se había puesto lívida. Aquello lo confirmaba. Era Miriam a quien Ethan amaba. No tenía sentido albergar esperanzas. Se habían reconciliado, y volverían a casarse. Miriam había ganado.''
''-Iré tras ella... en cuanto deje de darme vueltas la cabeza.
-Déjalo- le dijo su madre-. No volverá. Ella te amaba. Estaba locamente enamorada de ti desde que era una adolescente y le destrozaste el corazón. Ahora has vuelto a hacerlo, y no creo que se arriesgue de nuevo.
Y, dicho eso, Coreen volvió a salir de la habitación sin mirar atrás.
Ethan apenas podía creerlo. Entonces... Arabella lo amaba... Cerró lo ojos y trató de imaginar cómo habrían sido sus vidas si cuatro años atrás se hubiera casado con ella en vez de con Miriam. ``Ahora podríamos tener varios hijos´´, pensó, ``haríamos el amor cada noche, y todas las mañanas me despertaría con Arabella entre mis brazos´´. El cuadro era tan hermoso, que sintió una punzada de dolor en el pecho al pensar que tal vez ya sería imposible.''
''-No tienes que preocuparte. Mi padre se hará cargo de todo.
Ethan resopló enfadado.
-De modo que otra vez gana él, ¿no es así?
La joven lo miró sin comprender.
-¿Otra vez?- repitió.
-Ya dejé que se te llevara en una ocasión, hace cuatro años- explicó él. Tenía la mandíbula muy tensa, y sus ojos relampagueaban-. Te dejé marchar porque él me convenció de que no podía echar a perder tu carrera haciendo que te casaras conmigo. Decía que tu carrera era lo más importante, que tenías demasiado talento como para ser la esposa de un ranchero y que serías muy desgraciada a mi lado.
-Pero tú... tú amabas a Miriam...- balbució ella.
-No, nunca la he amado.
Arabella lo estaba mirando de hito en hito, sin poder dar crédito a lo que estaba oyendo. ¿Ethan la había amado a ella? ¿A ella, y no a Miriam?
Él la tomó por la barbilla, y se inclinó hacia ella.
-Nunca he amado a nadie más que a ti.
Y empezó a besarla con la pasión que se había ido acumulando en su interior durante todos aquellos días sin verla.''
''-Será mejor que me vaya a hacer esa llamada- murmuró Miriam-. Gracias, Ethan... por todo. De verdad que siento todo lo que te he hecho. Te mereces algo mucho mejor de lo que yo te di- alzó el rostro hacia el de él, y lo besó con ternura.
El beso sólo duró un instante, y fue un beso de despedida, de perdón, entre dos personas que una vez fueron marido y mujer, pero a Arabella, que lo observó al acercarse a la puerta, le pareció algo mu distinto, un beso de verdadero amor, y sintió como si una garra le estrujase el corazón. Se había puesto lívida. Aquello lo confirmaba. Era Miriam a quien Ethan amaba. No tenía sentido albergar esperanzas. Se habían reconciliado, y volverían a casarse. Miriam había ganado.''
''-Iré tras ella... en cuanto deje de darme vueltas la cabeza.
-Déjalo- le dijo su madre-. No volverá. Ella te amaba. Estaba locamente enamorada de ti desde que era una adolescente y le destrozaste el corazón. Ahora has vuelto a hacerlo, y no creo que se arriesgue de nuevo.
Y, dicho eso, Coreen volvió a salir de la habitación sin mirar atrás.
Ethan apenas podía creerlo. Entonces... Arabella lo amaba... Cerró lo ojos y trató de imaginar cómo habrían sido sus vidas si cuatro años atrás se hubiera casado con ella en vez de con Miriam. ``Ahora podríamos tener varios hijos´´, pensó, ``haríamos el amor cada noche, y todas las mañanas me despertaría con Arabella entre mis brazos´´. El cuadro era tan hermoso, que sintió una punzada de dolor en el pecho al pensar que tal vez ya sería imposible.''
''-No tienes que preocuparte. Mi padre se hará cargo de todo.
Ethan resopló enfadado.
-De modo que otra vez gana él, ¿no es así?
La joven lo miró sin comprender.
-¿Otra vez?- repitió.
-Ya dejé que se te llevara en una ocasión, hace cuatro años- explicó él. Tenía la mandíbula muy tensa, y sus ojos relampagueaban-. Te dejé marchar porque él me convenció de que no podía echar a perder tu carrera haciendo que te casaras conmigo. Decía que tu carrera era lo más importante, que tenías demasiado talento como para ser la esposa de un ranchero y que serías muy desgraciada a mi lado.
-Pero tú... tú amabas a Miriam...- balbució ella.
-No, nunca la he amado.
Arabella lo estaba mirando de hito en hito, sin poder dar crédito a lo que estaba oyendo. ¿Ethan la había amado a ella? ¿A ella, y no a Miriam?
Él la tomó por la barbilla, y se inclinó hacia ella.
-Nunca he amado a nadie más que a ti.
Y empezó a besarla con la pasión que se había ido acumulando en su interior durante todos aquellos días sin verla.''
viernes, 13 de junio de 2014
Fragmentos de La princesa perfecta
``La princesa perfecta´´ de Alexandra Sellers
''-Yo nunca he sido una amenaza para ti, C.C.
-¿Eso crees?- murmuró él, sonriendo débilmente-. A mí me pareciste desde el principio la persona más cariñosa que he conocido en mi vida. Te preocupaste de mí como una madre, y es gracioso cómo llegué a disfrutar con tus atenciones: pastel de manzana cuando estaba melancólico; galletas caseras en las alforjas cuando tenía que pasar en día en los prados... sí, desde el principio te me metiste en el alma, y lo extraño es que hasta ahora no me haya dado cuenta de hasta qué punto.''
''-Una vez me diste a entender que Hale y tú erais amantes... ¿Lo sois?- inquirió alzando la vista otra vez.
Pepi lo miró recelosa. ¿Habría leído entre líneas?, ¿se habría dado cuenta de que le había mentido cuando le había hecho creer que era muy experimentada?
-Eso no es asunto tuyo.
-¡Ya lo creo que lo es! Ahora eres mía.''
''Connal dejó escapar un profundo suspiro. Él mismo se había cerrado todas las puertas, y no sabía qué hacer para volver a abrirlas. Lo único que sabía era que, si perdía a Pepi, su existencia parecería totalmente vacía.''
''-Connal, Harden me dijo que estabas celoso de Evan.
-Es verdad, lo estaba. Celoso de él, de Hale.... lo estaría de cualquier hombre que se te acercase. No sé cómo he podido estar tan ciego estos tres años. Teniéndote todo el tiempo a mi lado, y haber sido incapaz de comprender que te amaba.''
''-Yo nunca he sido una amenaza para ti, C.C.
-¿Eso crees?- murmuró él, sonriendo débilmente-. A mí me pareciste desde el principio la persona más cariñosa que he conocido en mi vida. Te preocupaste de mí como una madre, y es gracioso cómo llegué a disfrutar con tus atenciones: pastel de manzana cuando estaba melancólico; galletas caseras en las alforjas cuando tenía que pasar en día en los prados... sí, desde el principio te me metiste en el alma, y lo extraño es que hasta ahora no me haya dado cuenta de hasta qué punto.''
''-Una vez me diste a entender que Hale y tú erais amantes... ¿Lo sois?- inquirió alzando la vista otra vez.
Pepi lo miró recelosa. ¿Habría leído entre líneas?, ¿se habría dado cuenta de que le había mentido cuando le había hecho creer que era muy experimentada?
-Eso no es asunto tuyo.
-¡Ya lo creo que lo es! Ahora eres mía.''
''Connal dejó escapar un profundo suspiro. Él mismo se había cerrado todas las puertas, y no sabía qué hacer para volver a abrirlas. Lo único que sabía era que, si perdía a Pepi, su existencia parecería totalmente vacía.''
''-Connal, Harden me dijo que estabas celoso de Evan.
-Es verdad, lo estaba. Celoso de él, de Hale.... lo estaría de cualquier hombre que se te acercase. No sé cómo he podido estar tan ciego estos tres años. Teniéndote todo el tiempo a mi lado, y haber sido incapaz de comprender que te amaba.''
Fragmentos de La tentación del jeque
``La tentación del jeque´´ de Alexandra Sellers.
''Cuatrocientos años antes, el profeta había dicho: ``El hombre ama los perfumes, a las mujeres y la alegría del rezo.´´ Y la tribu de Aram seguía creyendo que un niño que ama a los perfumes sería un buen marido y un buen hombre porque, como el profeta, amaría a las mujeres y buscaría su guía hacia la verdad...
Él sólo había entendido aquello la noche que había tenido a Lana entre sus brazos. Aquella noche sus sentidos se habían visto embriagados por ella como el día que había roto el frasco de perfume de su madre...''
''-Arash, ¿me quieres?- preguntó entonces.
Él se puso rígido.
-Lana, no hagas esas preguntas.
El corazón de ella, abierto de par en par para el hombre, empezó a sangrar.
-¿Por qué no?
-No tengo nada que ofrecerte y tú lo sabes- dijo Arash, como había dicho aquella noche-. Y tú no quieres nasa de mí.
-Estás muy seguro de eso.
-Por supuesto, querías placer y lo has aceptado- murmuró él-. Que eso sea suficiente para los dos. No preguntes sobre lo que siente mi corazón.
Lana se incorporó un poco para mirarlo a los ojos. Estaban llenos de angustia.
-Tengo derecho a saber una cosa.
-¿Qué?-Cuando hacíamos el amor... ¿pensabas en mí o en ella?''
''-Lana- murmuró. Aquel nombre era tan dulce para él como para el resto de los parvaníes. Ella había conseguido mitigar su angustia, había suavizado la miseria de su vida, pero, ¿a qué precio? El dolor de amarla, el dolor de no poder olvidarla jamás. Lana se había puesto un pañuelo sobre la cabeza, casi cubriendo su cara, de modo que Arash sólo podía ver el brillo de sus ojos.
Aquella sería la última noche, se decía. No podía haber un futuro para ellos; pero se permitiría aquella última noche.
-Arash...- murmuró ella.''
''-No podía hacerlo porque no eras tú.
Con un gemido ronco, él la envolvió en sus brazos y su boca encontró la suya: ansiosa, desesperada, con una pasión que parecía arrancada de los más profundo de su ser.
Arash la tomó en brazos y la llevó a la cama. En la semioscuridad del dormitorio, la devoraba con los ojos mientras la tumbaba sobre las sábanas de seda.
El pañuelo que llevaba en la cabeza cayó al suelo, como símbolo de la tristeza que había marcado su vida desde que lo había conocido. Un símbolo que desaparecía por fin.
Suavemente, él le quitó el adorno de la frente y lo dejó sobre la mesa.
-Debo aprender a no ser un estúpido- murmuró él, tumbándose a su lado y acariciando su mejilla con ternura.
-Arash, ¿quién es la mujer a la que dices que amas?
-Tú sabes quién es- contestó él. Lana cerró los ojos, preguntándose si iba a desmayarse de felicidad y después volvió a abrirlos para mirarse en los ojos de hombre-. Eres tú, Lana. Eres tú a quien amor y a quien he tenido miedo de amar.
-Oh, Arash- murmuró, estremecida-. ¿Por qué tenías miedo? Deberías haber sabido lo que sentía por ti.
-En Londres soñaba que podría hacer que me amaras.
-Pero nunca lo intentaste.
-La guerra estaba a punto de estallas y yo sabía que lo perderíamos todo. Sabía que no tendría nada que ofrecerte y me dije a mí mismo que nunca podrías ser mía.
-¿Me amabas entonces, me amabas la noche que hicimos el amor¿
-Te amaba entonces. Te he amado siempre. Me decía a mí mismo que te amaba demasiado como para obligarte a compartir un futuro de miseria... pero no pude resistirme cuando te lanzaste a mis brazos.''
''Cuatrocientos años antes, el profeta había dicho: ``El hombre ama los perfumes, a las mujeres y la alegría del rezo.´´ Y la tribu de Aram seguía creyendo que un niño que ama a los perfumes sería un buen marido y un buen hombre porque, como el profeta, amaría a las mujeres y buscaría su guía hacia la verdad...
Él sólo había entendido aquello la noche que había tenido a Lana entre sus brazos. Aquella noche sus sentidos se habían visto embriagados por ella como el día que había roto el frasco de perfume de su madre...''
''-Arash, ¿me quieres?- preguntó entonces.
Él se puso rígido.
-Lana, no hagas esas preguntas.
El corazón de ella, abierto de par en par para el hombre, empezó a sangrar.
-¿Por qué no?
-No tengo nada que ofrecerte y tú lo sabes- dijo Arash, como había dicho aquella noche-. Y tú no quieres nasa de mí.
-Estás muy seguro de eso.
-Por supuesto, querías placer y lo has aceptado- murmuró él-. Que eso sea suficiente para los dos. No preguntes sobre lo que siente mi corazón.
Lana se incorporó un poco para mirarlo a los ojos. Estaban llenos de angustia.
-Tengo derecho a saber una cosa.
-¿Qué?-Cuando hacíamos el amor... ¿pensabas en mí o en ella?''
''-Lana- murmuró. Aquel nombre era tan dulce para él como para el resto de los parvaníes. Ella había conseguido mitigar su angustia, había suavizado la miseria de su vida, pero, ¿a qué precio? El dolor de amarla, el dolor de no poder olvidarla jamás. Lana se había puesto un pañuelo sobre la cabeza, casi cubriendo su cara, de modo que Arash sólo podía ver el brillo de sus ojos.
Aquella sería la última noche, se decía. No podía haber un futuro para ellos; pero se permitiría aquella última noche.
-Arash...- murmuró ella.''
''-No podía hacerlo porque no eras tú.
Con un gemido ronco, él la envolvió en sus brazos y su boca encontró la suya: ansiosa, desesperada, con una pasión que parecía arrancada de los más profundo de su ser.
Arash la tomó en brazos y la llevó a la cama. En la semioscuridad del dormitorio, la devoraba con los ojos mientras la tumbaba sobre las sábanas de seda.
El pañuelo que llevaba en la cabeza cayó al suelo, como símbolo de la tristeza que había marcado su vida desde que lo había conocido. Un símbolo que desaparecía por fin.
Suavemente, él le quitó el adorno de la frente y lo dejó sobre la mesa.
-Debo aprender a no ser un estúpido- murmuró él, tumbándose a su lado y acariciando su mejilla con ternura.
-Arash, ¿quién es la mujer a la que dices que amas?
-Tú sabes quién es- contestó él. Lana cerró los ojos, preguntándose si iba a desmayarse de felicidad y después volvió a abrirlos para mirarse en los ojos de hombre-. Eres tú, Lana. Eres tú a quien amor y a quien he tenido miedo de amar.
-Oh, Arash- murmuró, estremecida-. ¿Por qué tenías miedo? Deberías haber sabido lo que sentía por ti.
-En Londres soñaba que podría hacer que me amaras.
-Pero nunca lo intentaste.
-La guerra estaba a punto de estallas y yo sabía que lo perderíamos todo. Sabía que no tendría nada que ofrecerte y me dije a mí mismo que nunca podrías ser mía.
-¿Me amabas entonces, me amabas la noche que hicimos el amor¿
-Te amaba entonces. Te he amado siempre. Me decía a mí mismo que te amaba demasiado como para obligarte a compartir un futuro de miseria... pero no pude resistirme cuando te lanzaste a mis brazos.''
viernes, 6 de junio de 2014
Fragmentos de La joya más preciada
``La joya más preciada´´ de Alexandra Sellers.
''La miró con hambre.
-Caroline, soy un hombre experimentado. Créeme, el lazo físico que nos une es muy fuerte. No subestimes el poder del deseo y hazme caso: ponte en guardia.
-¡Claro, tú no tienes que ponerte en guardia!
Karim esbozó una media sonrisa.
-Yo estoy siempre en guardia, cada minuto que estás conmigo y que no estás conmigo. No soy capaz de sentarme cerca de ti sin estar en guardia, cuando estoy en la cama, cuando sueño contigo, con como respondes a mis caricias, a mis besos.''
''La miró con hambre.
-Caroline, soy un hombre experimentado. Créeme, el lazo físico que nos une es muy fuerte. No subestimes el poder del deseo y hazme caso: ponte en guardia.
-¡Claro, tú no tienes que ponerte en guardia!
Karim esbozó una media sonrisa.
-Yo estoy siempre en guardia, cada minuto que estás conmigo y que no estás conmigo. No soy capaz de sentarme cerca de ti sin estar en guardia, cuando estoy en la cama, cuando sueño contigo, con como respondes a mis caricias, a mis besos.''
Fragmentos de 7 noches de pecado
``7 noches de pecado´´ de Lacey Alexander.
''Tanía la fuerte sensación de que fue él quien lo había convertido en el animal sexual que era ahora. Él sabía que aquello lo hacía un bastardo arrogante, pero le llegaba al alma. Y que Dios lo ayudara, porque la amaba. Lo hacía sentirse como si fuera... un Dios. Su dios. Pero también... quería cuidar de ella. Necesitaba hacerlo. Sentía casi como si la estuviera salvando de algo, y tuviera que seguir salvándola.''
''A cada lado de la carretera, no podía ver otra cosa que no fuera tierra árida y arbustos bajos de color verde marrón, y hacía unos minutos incluso había pasado rodando por la carretera de dos carriles una barrilla rodante, como aquellas que aparecían cruzando los caminos en las películas del oeste.
-Aquí- contestó él cuando aparcó en coche a un lado de la carretera que en realidad no era más que un camino de tierra.
-¿Y dónde es aquí? Parece como si no estuviéramos en ningún sitio.
Él apagó el motor, se dio la vuelta para mirarla, las luces del salpicadero iluminaban su expresión. Ella no lo había visto nunca tan serio.
-Supongo que sólo quería... estar a solas contigo esta noche. Realmente solos. No solos en la habitación del hotel, sino... lejos de todo.''
''-Me gusta estar aquí fuera. Sin luces, sin ruidos, nada excepto tú- después levantó las manos hacia su cara y la besó en la boca. A Brenna le pareció tan excitante y cálido como el primer beso que él le había dado.''
''Tanía la fuerte sensación de que fue él quien lo había convertido en el animal sexual que era ahora. Él sabía que aquello lo hacía un bastardo arrogante, pero le llegaba al alma. Y que Dios lo ayudara, porque la amaba. Lo hacía sentirse como si fuera... un Dios. Su dios. Pero también... quería cuidar de ella. Necesitaba hacerlo. Sentía casi como si la estuviera salvando de algo, y tuviera que seguir salvándola.''
''A cada lado de la carretera, no podía ver otra cosa que no fuera tierra árida y arbustos bajos de color verde marrón, y hacía unos minutos incluso había pasado rodando por la carretera de dos carriles una barrilla rodante, como aquellas que aparecían cruzando los caminos en las películas del oeste.
-Aquí- contestó él cuando aparcó en coche a un lado de la carretera que en realidad no era más que un camino de tierra.
-¿Y dónde es aquí? Parece como si no estuviéramos en ningún sitio.
Él apagó el motor, se dio la vuelta para mirarla, las luces del salpicadero iluminaban su expresión. Ella no lo había visto nunca tan serio.
-Supongo que sólo quería... estar a solas contigo esta noche. Realmente solos. No solos en la habitación del hotel, sino... lejos de todo.''
''-Me gusta estar aquí fuera. Sin luces, sin ruidos, nada excepto tú- después levantó las manos hacia su cara y la besó en la boca. A Brenna le pareció tan excitante y cálido como el primer beso que él le había dado.''
Fragmentos de Venganza
``Venganza´´ de Penny Jordan.
''Necesitaba estar solo para luchar contra sus propios demonios. Estar con Faith lo distraía mucho. Cuando se encontraba a su lado, era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera en cuánto la amaba.
De repente, se dio cuenta de que se había permitido a sí mismo reconocer la verdad: que amaba a Faith.
Por más que lo angustiara, y le hiciera sentir culpable reconocerlo, la amaba con la misma intensidad que antes de que atacara cruelmente a Philip.
En la cama, cuando la había abrazado respondiendo a su sensual invitación, había visto a la mujer en quien siempre supo que se iba a convertir, a la chica que tanto había amado.
Una mujer que le había mostrado, a la vez que una pasión desinhibida, una inocencia y sinceridad que lo habían conmovido, haciéndolo amarla aún más.''
''-Si sigues mirándola de esa manera, voy a ponerme celosa- le advirtió Faith de broma, permitiendo que Lucy se agarrara al brazo de su marido.
-Espera a que llegue esta noche- le susurró mientras caminaban hacia la iglesia-, y te demostraré las pocas razones que tienes para sentirte abandonada o celosa. Tú siempre ocuparás el primer lugar en mi vida y en mi corazón, Faith.''

De repente, se dio cuenta de que se había permitido a sí mismo reconocer la verdad: que amaba a Faith.
Por más que lo angustiara, y le hiciera sentir culpable reconocerlo, la amaba con la misma intensidad que antes de que atacara cruelmente a Philip.
En la cama, cuando la había abrazado respondiendo a su sensual invitación, había visto a la mujer en quien siempre supo que se iba a convertir, a la chica que tanto había amado.
Una mujer que le había mostrado, a la vez que una pasión desinhibida, una inocencia y sinceridad que lo habían conmovido, haciéndolo amarla aún más.''
''-Si sigues mirándola de esa manera, voy a ponerme celosa- le advirtió Faith de broma, permitiendo que Lucy se agarrara al brazo de su marido.
-Espera a que llegue esta noche- le susurró mientras caminaban hacia la iglesia-, y te demostraré las pocas razones que tienes para sentirte abandonada o celosa. Tú siempre ocuparás el primer lugar en mi vida y en mi corazón, Faith.''
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