viernes, 27 de junio de 2014

Fragmentos de Ethan

``Ethan´´ de Diana Palmer. 

''-Será mejor que me vaya a hacer esa llamada- murmuró Miriam-. Gracias, Ethan... por todo. De verdad que siento todo lo que te he hecho. Te mereces algo mucho mejor de lo que yo te di- alzó el rostro hacia el de él, y lo besó con ternura.
El beso sólo duró un instante, y fue un beso de despedida, de perdón, entre dos personas que una vez fueron marido y mujer, pero a Arabella, que lo observó al acercarse a la puerta, le pareció algo mu distinto, un beso de verdadero amor, y sintió como si una garra le estrujase el corazón. Se había puesto lívida. Aquello lo confirmaba. Era Miriam a quien Ethan amaba. No tenía sentido albergar esperanzas. Se habían reconciliado, y volverían a casarse. Miriam había ganado.''


''-Iré tras ella... en cuanto deje de darme vueltas la cabeza.
-Déjalo- le dijo su madre-. No volverá. Ella te amaba. Estaba locamente enamorada de ti desde que era una adolescente y le destrozaste el corazón. Ahora has vuelto a hacerlo, y no creo que se arriesgue de nuevo.
Y, dicho eso, Coreen volvió a salir de la habitación sin mirar atrás.
Ethan apenas podía creerlo. Entonces... Arabella lo amaba... Cerró lo ojos y trató de imaginar cómo habrían sido sus vidas si cuatro años atrás se hubiera casado con ella en vez de con Miriam. ``Ahora podríamos tener varios hijos´´, pensó, ``haríamos el amor cada noche, y todas las mañanas me despertaría con Arabella entre mis brazos´´. El cuadro era tan hermoso, que sintió una punzada de dolor en el pecho al pensar que tal vez ya sería imposible.''


''-No tienes que preocuparte. Mi padre se hará cargo de todo.
Ethan resopló enfadado.
-De modo que otra vez gana él, ¿no es así?
La joven lo miró sin comprender.
-¿Otra vez?- repitió.
-Ya dejé que se te llevara en una ocasión, hace cuatro años- explicó él. Tenía la mandíbula muy tensa, y sus ojos relampagueaban-. Te dejé marchar porque él me convenció de que no podía echar a perder tu carrera haciendo que te casaras conmigo. Decía que tu carrera era lo más importante, que tenías demasiado talento como para ser la esposa de un ranchero y que serías muy desgraciada a mi lado.
-Pero tú... tú amabas a Miriam...- balbució ella.
-No, nunca la he amado.
Arabella lo estaba mirando de hito en hito, sin poder dar crédito a lo que estaba oyendo. ¿Ethan la había amado a ella? ¿A ella, y no a Miriam?
Él la tomó por la barbilla, y se inclinó hacia ella. 
-Nunca he amado a nadie más que a ti.
Y empezó a besarla con la pasión que se había ido acumulando en su interior durante todos aquellos días sin verla.'' 

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