viernes, 15 de agosto de 2014

Fragmentos de La bella y el barón

``La bella y el barón´´ de Deborah Hale. 

''-¿Y por qué supone usted que debo tener un admirador?
Se quitó por fin el sombrero y lo dejó sobre el escabel con el que había tropezado. Luego se levantó y caminó al otro extremo de la habitación, en el que se colaban unos cuantos rayos de sol. Uno de ellos iluminó su cabeza como si fuese el aura de un hada madrina.
La respuesta a su pregunta era tan obvia que Lucius sólo pudo mirarla boquiabierto.
Si tuviese que elegir una sola palabra para resumir su físico, elegiría generoso. Ojos grandes y luminosos, del cálido pelaje de un cervatillo salpicado de dorado sol. Unos labios tan carnosos que parecían suplicar un beso. Facciones con tal dulzura que le hacía pensar en melocotones maduros esperando la recolección.
Su belleza lo hechizaba de tal modo que sus pensamientos íntimos se le escaparon en un susurro.
-Lo que me preguntó es por qué no tienes cientos.''


''Las palabras de su abuelo le habían hecho recuperar el buen juicio. Ángela se preocupaba de todo el mundo: herreros borrachos y sus esposas, nobles envejecidos, veteranos de guerra desfigurados... lo mismo que las estrellas proyectaban su fulgor sobre justos y pecadores. No debía engañarse creyendo que había o que podía disfrutar de un lugar especial en su corazón.''


''Había otra empresa que podría surtir el mismo efecto. Una que como mejor se llevaba a cabo era en la oscuridad de la noche.
Su cuerpo respondió ante esa idea y la cercanía de Ángela. Lo que daría por verla sólo una vez desnuda como una diosa, tocada por la sonrosada luz del amanecer o el crepúsculo, sus rizos sueltos sobre los hombros y cayendo encima de sus pechos... despertarla, sacarla de su virginidad haciéndole el amor del modo más delicado y perderse por fin en su carne cálida y acogedora... ¿Qué daría por algo así?
¿Su título? Sin pestañear.
¿Su fortuna? Sin dudarlo un segundo.
¿Su alma? Puede que incluso la diera.
Sintió que tomaba su mano. Si se giraba un poco, podía demostrarle cuánto podía afectarle y con qué poco.''


''-Dije que deberías evitar el champán a menos que deseases cometer una indiscreción.
-Cuando lo dices así, suena... tentador.
Sus palabras fueron para él como un beso en una parte del corazón que llevaba tiempo dormida y que la creía muerta.
-Sí, ¿verdad? Puede que incluso me sienta tentado yo también. Creo que he tenido demasiada discreción en mi vida últimamente.''


''¿Qué hombre con un corazón en el pecho, por muy dañado que lo tuviera, sería capaz de no sentir algo por ella?''


''-Estoy llena- declaró Ángela después de que se hubiera comido unos cuantos dulces más, pero todavía tomó otra de aquellas tartaletas de arándanos y la sostuvo en la mano entre ellos.- Aún así, esta tiene una pinta tan deliciosa que estoy dispuesta a probarla. Pero no creo que pueda comérmela toda. ¿La compartimos?
Lucius accedió, y se acercó al dulce al mismo tiempo que lo hacía Ángela. El sabor silvestre de los arándanos y la crema de moras inundó su boca, pero Lucius supo que sería insípido comparado con el sabor de sus labios.
Y estaba en lo cierto.
Aunque casi se atragantó con el bocado por liberar su boca, mereció la pena. Capturó los labios de Ángela, y ella no sólo le dejó hacer, sino que los entreabrió para recibirlo.
Más dulce que las moras, más rica que la crema, tan embriagadora como el champán, su beso le aceleró el latido del corazón hasta hacerlo latir al ritmo de la música.
Tenía que hacer algo. Tenía que explicarle a Ángela el cambio tan intenso e inesperado que habían experimentado sus sentimientos hacia ella. Y que estaba decidido a cortejarla de verdad.''


''Si lo que sentía por él podía desbaratarse con tanta facilidad, ¿qué posibilidad habrían tenido de una vida juntos? Mejor perderla en aquel momento que más tarde, cuando ya hubiese echado raíces en su corazón. Mejor apartarla de su vida que perderla.''


''Estaba a punto de darse la vuelta con un suspiro cuando ella lo abrazó.
-No quiero que te quedes por esas razones ni por ninguna otra con algún sentido. Quiero que te quedes porque no puedo soportar estar lejos de ti- sus labios casi se rozaron-. Incluso ahora estoy demasiado lejos. ¿Puedes enseñarme a acercarme más?
Lucius supo entonces qué era lo que había querido desde que vio por primera vez a Ángela Lacewood en el salón de Netherstowe. Su belleza lo había deslumbrado aquel día. Desde entonces, su fulgor había sido intensificado al descubrir que su rostro y su físico eran sólo la fachada de su verdadera belleza.''


''-¡No quiero tu compasión, Ángela!
-¿Qué quieres entonces? ¿Mi amor? Porque eso ya lo tienes, te guste o no.''


''Quería poder pasear con Lucius por un jardín a la luz de la luna. Acurrucarse en sus brazos y contemplar las estrellas. Meterse con él en la cama durante la noche y dejarse transportar por su voz y sus caricias.''


''Cuánto desearía ser una sombra desaparecida en un rincón de su habitación mientras leía sus cartas. Observar el movimiento de sus ojos mientras avanzaba por las líneas y digería sus palabras. Oír cómo se aceleraba su respiración o cómo se contenía en alguna frase extraída de lo más hondo de su corazón.''


''-¿Qué te hace pensar que no sería feliz aquí... contigo?
A pesar de la suavidad con que había pronunciado aquellas palabras, fueron un cañonazo directo al blanco. ¿Sería consciente de lo mucho que le gustaría creer que aquello era posible?
Renunciar a su fortuna, a su título, a cualquier cosa con tal de que Ángela fuera feliz allí con él.''


''Por el momento, sólo estaba seguro de dos cosas: una, que quería a Ángela. Y la otra, que quería estar con ella y hacerla feliz.
Lo que no sabía era si sería posible hacer ambas cosas a un tiempo.''


''-Ahora que ya no tengo poder para obligarte a que te cases conmigo, ¿estás dispuesto a admitir que una vez me quisiste?- mirándolo a los ojos debió ver algo que le hizo añadir-, ¿que aún me quieres?
El orgullo le pedía que lo negase, pero su conciencia no admitía una sola carga más.
-Te quise más de lo que estaba dispuesto a admitir- era un tormento pronunciar aquellas palabras en voz alta, teniendo a Ángela tan cerca pero sin derecho a tomarla en sus brazos-. Aún te quiero, y siempre te querré.'' 

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