viernes, 24 de abril de 2015

Fragmentos de Maestros del Ménage 1: Su virgen cautiva

``Maestros del Ménage 1: Su virgen cautiva´´ de Shayla Black y Lexi Blake.

''Un escalofrío corrió por la piel de Gavin y de repente la habitación parecía demasiado pequeña. Hannah tenía veinticinco años. No hacía ni un mes que acaban de festejar su cumpleaños. Él había traído un pastel y Dex y Slade le habían montado una fiesta. Gavin recordaba los celos que había sentido cuando sus hermanos la habían llevado fuera de la oficina. También hubiera querido estar allí junto a ella, celebrando con Hannah. Abrazándola.''



''—No actúes como si todo acabara en Slade y yo. No engañas a nadie —dijo Dex. Por una vez el vaquero grande casi parecía reacio a hablar—. Veo como la miras. La deseas. Te importa. Eso no es nada de qué avergonzarse. Joder, si hay una cosa que tanto Slade como yo entendemos, es como un hombre puede estar loco por Hannah.''


''Amaba la que estaba recostada en la cama con el teléfono en la mano y una sonrisa en el rostro, como si estuviera riendo. Sus ojos brillaban y esa sonrisa podría iluminar el mundo entero. El reloj junto a su cama indicaba las diez de la noche. Gavin recordaba haber llamado a Hannah alrededor de esa hora unas pocas noches atrás. Él había perdido un número de teléfono importante. Ella se había burlado de él por sus habilidades organizativas. 
¿Así era como se veía cuando hablaba con él? ¿A medio vestir, los labios carnosos dándole la bienvenida?'' 


''En contraste, Hannah llevaba puesta una falda demasiado grande que no podía disimular el bamboleo erótico de sus caderas y una blusa informe que escondía aún menos. Tenía unos pechos bellísimos. Usaba muy poco maquillaje y su cabello rubio miel caía en unos bonitos rizos sueltos. Lucía vistosa, pero nunca llamativa. 
¿Por qué le palpitaba el corazón cuando ella entraba en la habitación?''


''Dex respiró profundo. 
—No pienso que solo seas algo sumisa para instalarte en nuestra cama. Te admiro muchísimo, Hannah. Eres femenina, dulce y generosa, cosas sobre las que no crecí conociendo mucho. Aprendo de ti todos los días. De hecho, creo que me convertí en un hombre mejor en el instante en que puse mis ojos en ti. 
Hannah se quedó sin aliento. Eso, en su rostro, en su voz, no era deseo sino amor verdadero y genuino. Las lágrimas brotaron, luego caían en surcos calientes por su rostro. 
—Me hiciste vislumbrar un futuro —dijo Slade tomándole una mano—. Tenía todo lo que el dinero podía comprar, pero era un hijo de puta hueco que solo pensaba en la siguiente conquista, ya fuera de negocios o de placer. Me enseñaste a hacer feliz a alguien, no porque esperase algo a cambio, sino solo por ver la sonrisa en su rostro. Así eres tú, Hannah.'' 


''Se vería obligado a mirar como Hannah se casaba con Dex y Slade. Él podría imaginarla, tan preciosa en su vestido de novia con los ojos brillando de felicidad. Con el tiempo los bebés llegarían. Hannah sería una madre maravillosa y maternal. No ser parte de esto se sentía como si alguien le clavara en puñal en el corazón y arrastrara la hoja por su pecho. Anhelaba tantísimo darle al menos una pequeña porción de esa felicidad, verla llevar su anillo o traer al mundo su niño.    
Pero ella no podría saber eso. Jamás. 
Gavin entró en la habitación grande. Las ventanas salientes estaban abiertas, dejando ver la belleza de la oscuridad iluminada por las estrellas de Alaska. La noche aquí era de una manera que era imposible en Dallas. Las estrellas titilantes se entretejían para crear un manto de diamantes en lo alto. La vista llenaría los ojos de Hannah de asombro. La conmovería. 
Él nunca había traído a una mujer aquí. Nunca había querido. Hannah era la primera mujer con la que había pensado sobre compartir casi cualquier cosa. Pensándolo bien, ella era la primera mujer que en verdad había amado.''


''—Gavin. —Slade se puso serio cuando se sentó en la silla cercana—. No tienes que estar aquí solo. 
Las suaves palabras de su hermano hicieron que sus tripas se apretaran. Trató de mantener un comportamiento apacible. 
—Prefiero la soledad, Slade. 
—No, no lo haces. Vamos, hombre. Habla conmigo. No sé lo que pasa en tu cabeza. Hannah siente algo por ti. Ella nos lo confesó. Quiere estar con todos nosotros. Eres el único que se mantiene a distancia, y no lo entiendo. Sé que la amas.'' 


''Hannah tenía razón. Sería una esposa genial. Ahora, él nunca se casaría porque la única mujer que deseaba era la que nunca podría tener.''


''Ya había perdido a Hannah. No esperaría su alegre sonrisa nunca más. Ya no podría engañarse más pensando que algún día encontraría la forma de estar con ella. Ese sueño se había terminado.''     


''No había forma de que dejara libre a Hannah para que este crápula pudiera ponerle las manos encima. Él nunca la privaría de su futuro por proteger su pasado. 
La amaba y ella nunca sabría cuánto. Nunca sabría que él voluntariamente había sacrificado todo por ella.''  


''Tenía que apartarla lo más lejos posible de él, aunque tuviera que hacer que lo odiara. 
—Todo está bien, Hannah. Pero he terminado. Puedes irte ahora. 
Gavin recuperó su pantalón de pijama y se lo puso, mirando lo último del vodka, antes de obligarse a alejarse. No podría mirar la confusión en el rostro de Hannah durante otro segundo. Ella había sido dulce y generosa y si él fuera un ser humano mejor, Hannah hubiera podido sanarlo.  
—Habla conmigo. Por favor, dime lo que está mal. 
Gavin resistió la tentación de ir hacia ella. No podía tocarla de nuevo o flaquearía. Tenía que ser fuerte por el bien de ambos. 
—No hay nada mal, Hannah. Te dije ayer que me encantaría follarte. Lo hice. Estuvo bien. Ahora he terminado. Eres una chica atractiva, pero no quiero una segunda vuelta. Estoy acostumbrado a amantes con más experiencia.  
—¿Con más experiencia? —Las palabras cayeron de su boca con un torpe sonido. Los ojos perdieron su luz. 
El corazón de Gavin se fue a pique, pero logró encogerse de hombros de manera indolente. 
—Una noche con mis hermanos no te ha enseñado mucho, cariño. 
Era una mentira. Estaba tan acostumbrado a mentir, que le resultaba fácil. La verdad era, que soñaría con follarla cada noche del resto de su miserable vida. Si alguna vez podía tener el deseo de follar a otra mujer, sería la cara de Hannah la que vería.  Nunca olvidaría la forma en que lo había aferrado, la forma en que encajaron. 
Pero tampoco sería capaz de sacar de su cabeza esta Hannah con el corazón roto. Esta Hannah que no estaba sonriendo. Esta Hannah que buscaba a tientas su falda en un intento de esconderse de él. 
Se vistió en absoluto silencio, de espaldas a él. Deseaba que ella se largara. No sería capaz de tratar con la tranquila dignidad que ella de seguro le arrojaría a la cara de un momento a otro. Sin embargo, se obligó a permanecer allí y esperar mientras la culpa llegaba a raudales.'' 


''—¿Qué, Hannah, ahora vas a jugar a la mujer despreciada? Nunca te mentí. 
—Nunca me ha dicho la verdad tampoco. ¿Por qué me contrató? 
Porque la quería cerca. Quería disfrutar de su luz. 
—Fue un favor a mis hermanos.''


''—Bueno. Espero que no hagas aspavientos con mis hermanos. 
—Eso no será un problema. —Los hombros de Hannah se hundieron. Su sonrisa cínica huyó y las lágrimas brotaron de sus ojos—. No causaré ningún problema entre usted y sus hermanos. Nosotras, las pueblerinas tontas, al menos sabemos que no debemos meternos con la familia. 
Ella comenzó a salir de la sala con la cabeza bien alta. 
—¿Qué significa eso? 
—Váyase a la mierda —le espetó, sin darse la vuelta. 
—¿A dónde vas? —exigió él. 
—No es asunto suyo. 
—Permanece en tu habitación hasta que mis hermanos regresen. —Él no podría volver a verla. 
Ella aun se mantenía de espaldas a él.  
—No tengo que seguir sus órdenes más, señor James. No es mi jefe. Ni siquiera es mi amante. Solo es un idiota que me usa. 
Eso lo resumía a la perfección. El dolor lo atravesó de golpe, pero él se lo tragó. 
—Este idiota cree que sería mejor si permanecieras en tu habitación. 
—¿Crees que me importa? 
Él se echó a reír, un sonido sin humor. 
—Supongo que no me amas después de todo. 
—Estás equivocado. —Suspiró y siguió caminando. 
Con dos palabras, ella lo deshizo. Gavin se tambaleó de regreso al piano, agarrándose el estómago. Sentía que le habían sacado las entrañas. Agarró la botella de vodka y vació lo último con los ojos clavados en el piano. Nunca sería capaz de volver a tocar sin ver a Hannah allí. Nunca sería capaz de regresar a esta casa sin desearla de nuevo. 
Era un hijo de puta miserable y esto solo iba a empeorar.''


''—No la lastimé físicamente —se atragantó Gavin—. Pero le desgarré el corazón. 
—Escúpelo —insistió Slade. 
—Estaba tratando de alejarla. Pensé que sería más fácil para todos si ella me odiaba. 
—¿De la forma en que te has estado odiando a ti mismo? —preguntó Slade de manera deliberada. 
Dios, puesto de esa manera, su comportamiento parecía patético. 
—La amo. No podía soportar la idea de que ella se enterara de lo que había hecho y me mirara como si fuera un monstruo.''


''—La llamé torpe y sin clase. Le dije que no era lo bastante buena para ser mi esposa. 
Gavin se había preparado para el puño que voló en su dirección. No estaba preparado para lo duro que golpeaba su hermano menor. Su cabeza voló hacia atrás, el dolor en su mandíbula un bienvenida llamada de atención. 
—No vuelvas a decir eso de ella. Es una mierda y lo sabes. ¿Entendido? 
Gavin asintió con la cabeza. 
—No quería decir eso, Dex. La amo. Dios, la amo tanto. Creo que es perfecta.'' 


''Cayó en la cuenta de que no había respirado de manera profunda en años. Ese sentimiento de culpa y miedo siempre había estado presionándole el pecho. Sin embargo, esa pelota de odio a sí mismo había comenzado a disminuir con la aceptación de sus hermanos. Gavin esperaba que se disolviera por completo bajo el amor de Hannah. 
¿Qué iba a hacer si ella lo rechazaba? 
Sus labios se curvaron cuando la respuesta llegó a él. Ella podría rechazarlo todo lo que quisiera, pero él la conquistaría al fin porque la agobiaría con su amor. Siempre estaría allí, abriéndole la puerta, ocupándose de sus necesidades, diciéndole lo hermosa que era. Joder, él era Gavin James.''


''Tal vez si él hablaba con bastante suavidad, podría convencerla para que apoyara la cabeza en su hombro. Sería un movimiento sencillo poner un brazo alrededor de ella y abrazarla. Eso era todo lo que quería. 
Gilipolleces. 
Su voz interior estaba de regreso, pero había un marcado cambio en ella. Gavin localizó un platito para la taza de té mientras su nueva voz interior le hablaba. 
Quieres recostarla y besarla. Quieres mostrarle que puedes ser tan tierno como rudo antes. Quieres demostrarle que puedes ser todo lo que ella necesita. Que puedes amarla y protegerla. Que puedes cambiar por ella. 
No un cambio realmente. Volver a ser el que eras.''

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