sábado, 15 de marzo de 2014

Fragmentos de Dueño del deseo

``Dueño del deseo´´ de Kinley MacGregor. 

''-¿Peter Abelard?- preguntó ella, y su suave voz lo hechizaba de tal manera que, sin darse cuenta, la miró a los ojos.
Esos ojos...
¿Qué había en ellos que le atraían tanto? Eran de un verde profundo, terroso, y brillaban con una especie de luz interior, una especie de espíritu que no sabría definir.''


''La suave brisa acariciaba los oscuros mechones del cabello de Draven. Su mirada recorría los labios de ella, y Emily vio el hambre en aquellos ojos. En ese momento, deseó sentir su boca sobre la de ella, saborear la esencia de ese hombre.''


''Durante varios minutos se limitó a quedarse allí de pie, rumiando las palabras de Draven.
``Y yo jamás creí que encontraría una mujer a la que deseara con tanta desesperación´´.
Al contrario que con Theodore, que continuamente la acosaba con ese tipo de comentarios, las palabras de Draven le resultaron especiales, porque él no había tenido ninguna intención de que nadie las oyese. Una extraña ternura la envolvió. Una que no podía definir y que no estaba segura de por qué esta sintiendo.''


''Draven apenas escuchaba sus palabras, ya que toda su atención estaba puesta en el brillo de sus ojos. En la humedad de sus labios. Estaba cautivado por una imagen en la que él atrapaba ese seductor labio inferior entre sus dientes y saboreaba el tesoro de su boca.''


''Él podría ser un guerrero incomparable en la batalla, pero ella pensaba ser una guerrera incomparable para su corazón. Esquivaría el espinoso comportamiento de su rosa y soportaría sus gélidas miradas para descubrir si podía alcanzar el alma que yacía bajó todo aquello. Y si era posible, la reclamaría a cualquier precio.''


''Ella le ofreció el libro que había cogido, y cuando él lo tomó, sus dedos se rozaron. Se quedó paralizado, mirando fijamente los dedos de Emily. Algo cálido resplandeció en sus ojos, iluminando los múltiples tonos de azul que poseían.
Bésame, rogó ella en silencio, anhelando sentir la presión de los labios de él contra los suyos.
Pero no lo hizo.''


''-¿Castañas dulces para la dama?- preguntó un mercader cuando ella se acercó a su mesa.
Draven notó su indecisión antes de que ella sacudiera la cabeza para declinar la oferta.
-Gracias, pero no.
Cuando se dirigió al siguiente tenderete, Draven asintió al comerciante y le dio medio penique. Cogiendo las castañas peladas y asadas que estaban metidas en una bolsita de piel de oveja, la siguió hasta el siguiente puesto, donde ella examinaban un surtido de artículos de tocador.
-Tomad- dijo Draven pasándole el dulce.
Ella contempló primero su mano y después su rostro y sonrió.
-¿Cómo supisteis que las quería?
-Una mera suposición.
Su sonrisa se ensanchó cuando tomó una castaña y la colocó sobre su lengua.
-Mmm- susurró, cerrando los ojos para saborear el bocado-. Son deliciosas.
Pero no tanto como la dama que estaba delante de él. Vendería lo que le quedaba de alma con tal de ser la comida que saboreaba con tanto entusiasmo. Lamiéndose los labios, ella le quitó la bolsa de ñas manos.
-Deberíais probar esto- dijo ella, tomando otra castaña y poniéndola sobre la boca de él.
Draven se obligó a separar los labios. Los dedos le abrasaron la boca cuando ella le rozó al colocar el dulce fruto sobre ella.
-Delicioso- dijo él, más pensando en la sensación de su piel suave sobre él que en el sabor de la comida.''


''Ella agarró su mano y tiró de él.
Sin habla, él permitió que lo arrastrara a través de la muchedumbre. Sabía que su contacto no significaba nada para ella, que estaba simplemente impaciente, pero a él le hacía arder hasta el mismo centro de su ser.''


''Después de un momento, Emily hizo una pausa y volvió a mirar a través de la multitud buscando su próxima distracción, y fue entonces cuando Draven vio los granos de azúcar que tenía sobre el labio inferior. Extasiado, los miró fijamente, deseando desesperadamente quitárselos con un beso. Atrapar ese labio entre sus dientes y lamer el azúcar mientras saboreaba la dulzura de su boca.
Ella dio un paso y Draven dio un tirón para detenerla. Le observó confundida, con el ceño fruncido.
-Tenéis... um... Hay...- Draven se interrumpió.
¡Por el amor de Dios, era sólo azúcar! ¿Qué era lo que le pasaba que no podía decirle que se lamiera los labios para quitársela y acabar de una vez?
Extendió la mano para retirar los granitos, pero en cuanto se cuenta de la manera en que temblaba, la dejó caer sobre el costado.
-¿Qué pasa?- preguntó ella.
-Tenéis azúcar en el labio.
Ya está, ya lo había dicho.
Por fin.
-Oh- dijo ella, radiante-. Gracias.
La punta de su rosada lengua se deslizó sobre la zona, y si él había pensado que el azúcar era malo, no era comparado con la electrizante sensación que le abrasó las ingles cuando vio su lengua.
Y entonces ella se pasó la yema de los dedos por encima del labio; eso casi consigue matarlo.
-¿Lo hice bien?- preguntó ella inocentemente.
Todavía no, pensó Draven secamente, pero le encantaría ser él quién se lo hiciera.
Aclarándose la garganta ante aquel pensamiento traicionero, asintió.
-Sí. Ya está.''


''Draven no escuchó mucho antes de prestar roda su atención a la mujer que tenía a su lado.
Una ligera brisa revolvía su pálido cabello, llevando mechones hasta el rostro. Distraídamente, ella alzó una esbelta mano y se colocó las hebras de pelo detrás de la oreja. Sus dedos acariciaron el lóbulo y la mandíbula, enviando oleadas de lujuria líquida a través del cuerpo de Draven.
Se imaginó extendiendo la mano hasta esos mechones y pasando los dedos a través de ellos, arrastrándola contra su cuerpo y rindiéndose a su deseo de besarla como se debía.''


''En aquel instante podría olvidarse de su pasado, de su temperamento. De todo. De todo excepto de ella y de la risa que había traído a su vacía existencia.
¿Cómo lo hacía? ¿Cómo encontraba tal emoción y asombro ante cosas tan simples como una castaña o una cinta?''


''Emily se puso de pie, y para asombro de Draven, cogió a la niña y se la colocó sobre la cadera.
-Milady- le advirtió Draven-.Os ensuciará el vestido.
-Las lágrimas desaparecen con el agua, igual que la suciedad- dijo Emily sin darle importancia.
La muchacha apoyó la cabeza sobre el hombro de Emily y rodeó su cuello con los brazos. Draven sintió algo extraño en su interior cuando Emily acunó a la niña contra su pecho.''


'' Con tanto cuidado como pudo, Draven cogió a la muchacha. Durante un instante, lo paralizó la peculiar sensación de sostener a un niño contra su pecho. Jamás había hecho algo así antes. Pero era agradable tener esos brazos larguiruchos alrededor de él y escuchar esa risa infantil junto a su cuello
-Estás muy duro- rió la niña-. No es blandito como vos, milady.
Emily le dio unas palmaditas en la espalda a la chiquilla, rozando la mano de él mientras lo hacía.
El anhelo lo golpeó con tanta fuerza en el pecho que, durante un momento, lo dejó sin respiración. El anhelo de un sueño que había desterrado y olvidado.
Y por un momento se permitió pensar en lo que sería su vida si se atreviese a tomar una esposa. Lo que sería llevar a su propio hijo en brazos.''


''-Deberíais haberos unido a nosotros- le dijo sin aliento-. Ha sido maravillosamente divertido.
Impulsivamente, Draven acarició un mechón de pelo que caía sobre su mejilla. Las yemas de sus dedos se demoraron sobre la suavidad de su piel antes de que él apartase el pelo hasta la sien.
Fue un gesto sin importancia, pero aun así, envió oleadas de deseo a través de todo su cuerpo, aturdiéndole. Dejó caer la mano, pero seguía sintiendo la calidez de su piel abrasándole, y deseó con todas sus fuerzas hacer a un lado su voto y tomarla de una vez por todas.''


''-Me recordó vuestro emblema- dijo mientras le alisaba la capa-, y pensé que vos necesitaríais más un recuerdo alegre de la feria que yo.- Sus manos se demoraron sobre el pecho de él mientras inclinaba la cabeza para mirarle.
Abrumado, no sabía qué le había agradado más: su sonrisa, el contacto de sus manos sobre su pecho o el hecho de que hubiese pensado en él a la hora de comprar algo. Las tres cosas le llegaban a lo más profundo del alma.
-Gracias, Emily- dijo con voz ronca-. Lo guardaré siempre como un tesoro.''


''Apenas habían andado tres metros cuando ella se quedó dormida. Y sólo entonces, Draven se permitió relajarse.
Sin pararse a pensarlo, inclinó la cabeza para descansar la mejilla contra su coronilla, donde podía inhalar el dulce olor a madreselva de ella y sentir los suaves mechones de su cabello sobre la piel, sobre los labios.
-Los ogros pueden ser divertidos- murmuró ella en voz muy baja, sin despertarse en ningún momento.
-Hablas incluso cuando estás dormida- dijo él, muy contento por saberlo, y más aún por el hecho de que ningún otro hombre lo sabía.
Sólo él.
Draven inclinó la cabeza y estudió atentamente su rostro. Apoyó la mejilla de Emily sobre su hombro y cubrió suavemente su barbilla con la mano. Tenía los labios levemente separados, y sería muy fácil inclinarse hacia delante y apoderarse de ellos...''


''Tiernamente, pasó la yema del pulgar por su labio inferior, recordando el azúcar que había allí esa misma tarde. Ella sacó la lengua, rozando ligeramente su dedo.
Draven retiró la mano como si le hubiera quemado, de hecho se sentía como si lo hubiera hecho.
Aun así, ella parecía haberle hechizado, y se encontró a sí mismo una vez más acariciando su cara con delicadeza. Antes de poder detenerse, se inclinó hacia delante y apretó los labios contra su mejilla. Draven jadeó, ya que, en ese momento, todo su cuerpo estalló en llamas.
Su piel era suave y seductora, y sabía realmente a rayos de sol. La apretó con fuerza contra su pecho y enterró la cara en el hueco de su garganta, donde puedo percibir el latido de su corazón bajo los labios. Ella suspiró en su oído.
Que el cielo lo ayudara, pero la deseaba, y en ese instante sentía que su control se evaporaba.''


''Simón se apresuró a tomar la mano de Emily para sacarla a bailar.
Draven lo observó con envidia. No había cojera en los andares de Simón, ni muestras de dolor en sus zancadas. Y, por un momento, deseó no haber corrido ante el caballo de su padre aquel día. 
La vergüenza lo embargó ante semejante pensamiento. La vida de Simón bien había merecido la pena. Mejor haber perdido la pierna que Simón hubiese perdido la vida.
Pero deseó que, por una vez en la vida, fuese él quien bailara.''


''Estaba en armonía con todo lo que se refería a Emily mientras ésta se deslizaba a su alrededor. Con la luz de la luna iluminando los claros mechones de su pelo. Con la risa en sus ojos. Sintiendo el cuerpo de la mujer tan próximo al suyo propio.
Ella dio una vuelta y tropezó. Draven la cogió justo antes de que se cayera. 
La sostuvo entre sus brazos, inclinada. Sus labios estaban tan cerca que apenas les separaban unos centímetros de sus pechos presionaban el uno contra el otro.
Él estudió atentamente el color rosado de sus labios, deseando con todas sus fuerzas atreverse a enfrentar la ira del rey para probarlos.
Sería tan fácil...
Emily se aferró a él con los ojos abiertos de par en par, mirándole con gratitud.
-Mi héroe- susurró.''


''Draven se apartó de sus labios con un gemido y se atrevió a hacer lo que llevaba tanto tiempo deseando. Enterró los labios en el hueco de su garganta y mordisqueó su tierna carne con los dientes. Emily jadeó de placer y, sepultando las manos en su cabello, lo apretó con fuerza contra ella.
El dulce sabor de su piel se grabó a fuego en los labios y en la lengua de Draven mientras ella se estremecía en sus brazos. La deseaba. En ese lugar, en ese momento.''


''-Milady...
Ella colocó un dedo sobre sus labios para silenciar sus palabras.
-Hay algo que me gustaría preguntaros- dijo con el corazón latiendo con fuerza en el pecho-. Sé que he sido una molestia para vos, y me disculpo por ello. Cuando algo se me meta entre ceja y ceja, no se me puede convencer fácilmente- hizo una pausa y respiró hondo para infundirse valor, dejando caer la mano desde su boca hasta el pecho-. Me gustaría que me respondierais sinceramente. ¿Me encontráis atractiva o deseable de algún modo?
Draven sabía que, en ese momento, podría mandarla a freír espárragos con una simple palabra. Era la oportunidad que había estado esperando, pero cuando contempló aquellos vibrantes ojos verdes y vio allí el miedo al rechazo, no pudo llevar la mentira a sus labios.
Habiéndole fallado las palabras, respondió de la única forma que podía: con su cuerpo.
Tomándola entre sus brazos, la apretó contra él y reclamó sus labios con los propios. Emily colocó las manos sobre sus hombros, atrayéndole hacia ella mientras él exploraba el néctar de su boca. Que Dios lo ayudase, pero ella era su ambrosía y su talón de Aquiles.''


''-Yo no tengo corazón- confesó-. Me lo arrancaron hace mucho tiempo. 
Ella colocó una mano sobre su pecho. Draven bajó la mirada. Aquella mano parecía muy frágil y muy pequeña sobre su túnica.
-Para ser un hombre que no tiene corazón, tienes un fuerte latido en el pecho.''


''Draven intentó desterrar aquella voz suave fuera de su mente, pero, por alguna razón, no pudo hacerlo. De hecho, todo su cuerpo estaba pendiente de ella. De la manera en que la brisa mecía los mechones rubios de su pelo. De la forma en que la luz del fuego jugueteaba sobre los relieves de su rostro, añadiendo hermosas chispas a sus ojos.''


''-Jamás pensé que conocería a alguien tan solo como yo.
Draven se aclaró la garganta.
-Nunca dije que me encontrara solo.
-¿Y no lo estáis?
Él no contestó. No podía negar la verdad. Sí, estaba solo. Siempre lo había estado.
-¿Sabéis lo que es un amigo, milord?
-Un enemigo disfrazado.
Emily se quedó atónita, y su mano dejó de proporcionarle aquel torturante asalto a sus sentidos.
-¿Eso creéis?
Él apartó la mano.
-Lo sé por experiencia. Sin amistad, no hay traición.''


''Con una última mirada a Emily, Draven sintió el anhelo en su corazón más profundamente que nunca. 
Pero jamás arriesgaría la vida de esa manera. Nunca.''


''Draven contempló cómo se alejaba. Su corazón y su alma gritaban que detuviese su huida. Que la llamara para que volviese a su lado. Pero su sentido del honor se negaba a hacerlo.
No era suya.
Nunca podría ser suya.''


''La ternura de su mirada la dejó sin aliento. 
-Tenéis unas manos muy delicadas- dijo él suavemente.
Ella sonrió con tristeza, recordando la primera vez que le había dicho aquello.
Y entonces, él hizo la cosa más insospechada: extendió el brazo y tomó la mano de ella con la suya. Se colocó la mano en el pecho, sobre su corazón, y cerró los ojos.''


''Impulsivamente, se inclinó hacia delante para posar los labios sobre los de él. Draven gimió cuando ella lo besó, deslizando su mano por el torso y la espalda desnudas. El deseo hervía en el vientre de Emily, palpitando y clamando por sus caricias, por alguna muestra de afecto hacia ella.
-Emily- susurró él, y su nombre fue como una caricia sobre sus labios.
-Estoy aquí- contestó ella, pero se dio cuenta de que aún seguía inconsciente.
Separándose de él, estiró una mano para alcanzar las mantas y le cubrió con ellas.
-Siempre estaré aquí- le dijo-. Y ni siquiera tú conseguirás apartarme de tu lado.''


''Draven le dio unos sorbos a la cerveza mientras ella volvía a su asiento y retomaba un pequeño trozo de tejido que había estado cosiendo.
Un extraño sentimiento se apoderó de él. Era un momento muy íntimo. Uno de los que compartían un señor y su señora. El tipo de momento que nunca había pensado experimentar.
Y en ese instante, descubrió que le gustaba. No, que lo deseaba con tanta fuerza como no había deseado nada en su vida.
Cerró los ojos para luchar contra la oleada de anhelo que lo atravesaba. Aquel momento no le pertenecía. Ella no era suya. Nunca podría tenerla, y desearla para sí no estaba bien.''


''Draven la contempló mientras salía con una extraña opresión en el pecho. Más que ninguna otra cosa, quería decirle que regresara. Sentirla contra su cuerpo una vez más.
¿Pero de qué serviría?
Echó hacia atrás la cabeza y sintió el dolor abriéndose paso en su interior.
-Dios- dijo en voz baja-. Te lo ruego, dame paz. Por favor, llévate mi corazón y destrózalo antes de que sea demasiado tarde. no quiero hacerle daño, y Tú, más que nadie, sabes que al final se lo haría. Por favor, dame fuerzas.
Cerrando los ojos, Draven apretó la manta que lo cubría en un puño. Endurecería su corazón frente ella. Desde ese momento en adelante no pasaría más tiempo con Emily. Se aseguraría de apartarla de él. Para siempre.''


''El alivio y la gratitud lo abrumaron. Y, en ese instante, supo que la poseería. Ahora, en ese momento, cuando aún paladeaba el fuerte sabor de la victoria.
No importaba lo que Enrique pudiese hacer con él al día siguiente, durante ese preciso momento, viviría.
Y amaría.
Aun cuando el precio fuese su vida, estaría gustoso de pagarlo. Por tenerla, habría renunciado a cualquier cosa.
A todo.''


''-Te doy una oportunidad para que salgas corriendo de aquí mientras aún soy capaz de controlarme- le dijo mientras se sacaba la sobreveste por la cabeza-. Si te quedas, eres mía.
-Soy tuya- susurró.''


''Emily era su pasado, su presente, y su futuro, cualquiera que fuese.
Era suya.''


''El hombre se maravilló ante el hecho de que pudiera dormir tan profundamente. No podía recordar un momento de su vida en el que se sintiese tan feliz como cuando ella se acurrucó a su lado.
Vendería su alma para impedir que llegara el alba. Para poder abrazarla siempre de aquella forma. Pero él, mejor que ningún otro hombre, sabía lo inútiles que eran los sueños y los deseos.
La mañana llegaría.''


''-¡Maldita seas!- juró en voz baja-. Desearía no haberte conocido jamás.
Le había enseñado a amar cuando él se creía incapaz de hacerlo. Le había dado alas para volar, y en un momento, se las había arrancado de los hombros y lo había enviado de vuelta al infierno.
Sólo que esta vez él conocía el rostro y el hombre del paraíso, y, en comparación, el infierno resultaba infinitamente más doloroso.''


''Mientras Draven volvía a su cuarto, habría jurado que aún podía escuchar el eco de las risas de Emily en las escaleras del torreón. Que aún podía oler el aroma de madreselva de su cabello.
Le dio un puñetazo a la pared, dejando un rastro de sangre procedente de la herida que el broche le había hecho en la palma.
-Te expulsaré de mis pensamientos- siseó-. Será como si nunca hubieras existido.
Pero en el momento en que pronunció en que pronunció las palabras, supo que jamás sería capaz de hacerlo. Ella había conseguido meterse bajo su piel, y nunca volvería a ser el mismo.''


''Mientras recorrían cada lengua que les separaba de su destino, sólo tenía una esperanza.
Quería ver el rostro de Emily una vez más antes de morir. Draven podría descansar en paz si pudiese obtener una única petición. Era lo único que pensaba mientras cabalgaba.''


''-Estoy aquí para aceptar mi castigo.
Una mirada de desilusión oscureció los ojos del rey.
-En ese caso, ¿estáis preparado para morir?
Draven enfrentó la mirada de Enrique sin echarse atrás.
-Sí, sire.
-¿Y no os arrepentís de nada?
Draven sacudió la cabeza.
-¿De nada en absoluto?- preguntó Enrique con escepticismo.
Draven lo pensó un momento. Sí, se arrepentía de una cosa. Se arrepentía de no haberle dicho nunca a Emily lo que sentía por ella.''

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