``En busca del Highlander (Sólo a ti)´´ de Kinley MacGregor.
''Braden arqueó una ceja mientras contemplaba a Maggie alejándose. Realmente esa mujer tenía algo. Lo que era, no podría decirlo en presencia de compañía educada, pero nunca antes había conocido a una mujer como ella.
No tenía la arrasadora belleza sobre la que algunos se pasaban la vida contando alabanzas. Su apariencia era más terrenal. Su cabello caoba oscuro desafiaba sus esfuerzos por mantenerlo recogido en una trenza, y unos pequeños mechones se rizaban primorosamente alrededor de su rostro. Un millas de pecas cubrían su pálida piel, como la nuez moscada rociada sobre la nata, y sus ojos...
Ese profundo color ámbar ardía con la ferocidad de su espíritu. De hecho, aún podía verla abalanzando su diminuto cuerpo contra el fornido Fergus. No se había puesto a pensar que un solo golpe de él podría haberle partido su frágil cuello.
Y, por alguna razón que no se atrevía a pensar, a Braden no le hacía ninguna gracia pensar que pudiese salir herida.''
''Los ojos de ella se oscurecieron y sus labios se abrieron ligeramente, como invitándole.
Sí, lo que necesitaba era un beso. Sus besos conseguían que las mujeres se desmayaran entre sus brazos y, en alguna ocasión, incluso había conseguido que alcanzaran el clímax. Un buen beso y todo habría acabado. Las mujeres podrían regresar a sus hogares, y Maggie...
Bueno, tenía planes para su pequeña alborotadora. Planes que incluían devolverle ese mordisco que ella le había propinado hace años. Sólo que ahora le gustaba la idea de esos blancos dientes hundiéndose en su piel.''
''-Siempre has pensado lo peor de mí, florecilla, ¿no es cierto?
Una extraña expresión resplandeció en sus ojos cuando lo miró. Si Braden no la conociese mejor, habría pensado que era una expresión de decepción.
-Hubo un tiempo, hace mucho, en el que esperaba sólo lo mejor de ti- la hechizante cadencia de su voz hizo que a Braden le diese un vuelco el corazón. Y cuando Maggie terminó de hablar, fue como si le hubiese clavado una daga en la garganta.- Desgraciadamente, te convertiste en un hombre.''
''-No tienes ni idea, Braden. Los corazones no dejan de amar y, cuando un hombre encuentra a la mujer que necesita, haría cualquier cosa para mantenerla. ¡Cualquiera!
Sí, era una verdad que él había visto con sus propios ojos en más de una ocasión. El amor hacía débiles a los hombres. Les hacía cometer pecados imperdonables y, en el caso de Kieran, le había costado hasta su propia alma.
Por esa razón, Braden jamás se permitiría amar a una mujer. Nunca sería tan estúpido.
Jamás.''
''Rememoró una época, hacía mucho tiempo, en la que Maggie y él habían sido amigos. Cuando ella le había salvado de ser acorralado por un grupo de mujeres del clan que se escondieron para asaltarle cuando se dirigía a su casa.
Honestamente, no podía recordar un momento de su vida en que no hubiese estado con ella y con su obstinación. Nunca se había puesto a pensar lo mucho que ella significaba en su pasado. No hasta que se la había imaginado adentrándose en la tierra de los MacDouglas y consiguiendo que la mataran.
Por alguna razón, pensar en su muerte le hacía mucho más daño del que debía.''
''-Tendremos que buscar algo con lo que rellenar tus botas. ¿No tienes...?- se detuvo cuando levantó finalmente la vista y contempló su cabeza.
La luz de la luna se reflejaba en el cabello que él había asumido que se había trenzado, o recogido en un moño sobre la cabeza. Y sólo a esa distancia se había dado cuenta de lo que había ocurrido realmente con aquellos mechones castaño-rojizos.
-¡Dios Santo, mujer! ¿Pero qué has hecho?- pregunto con total incredulidad, jugueteando con los irregulares mechones. El suave cabello se rizaba alrededor de los dedos mientras Braden le pasaba la mano por la cabeza.
-No quería que mi pelo nos delatara.
Braden se sintió como si le hubiese abofeteado con algo mucho más duro que un trapo. El cabello apenas le llegaba hasta los hombros. Y entonces notó las lágrimas que brillaban sobre sus pestañas. Cubrió su mejilla con una mano y la acercó a él para consolarla.
-Maggie.
-Es sólo pelo- susurró ella-. Crecerá de nuevo.
-Pero era un hermoso pelo. La clase de pelo que un hombre desearía poder aferrar con sus manos o en el que desearía enterrar la cabeza.
Sus ojos resplandecieron bajo la luz de la luna cunado ella alzó la cabeza para mirarlo.
-¿Tú has soñado con eso alguna vez?
Cubriéndole el rostro con las manos, Braden respondió a su pregunta con un beso.
Maggie gimió ante la suave ternura de si abrazo. Nunca la habían besado, y que fuera Braden e¡quien finalmente lo hubiese hecho la estremeció más que ninguna otra cosa en su vida.
Mo chreach, era maravilloso. Sentir esos labios fuertes y hermosos sobre los suyos mientras la rodeaba con los brazos, apretándola contra su pecho, duro como una roca. Era mejor que el más dulce de sus sueños.''
''A Braden le daba vueltas la cabeza al sentir los labios de Maggie bajo los suyos. Su aliento se mezclaba con el de él mientras la lengua de la muchacha exploraba suavemente su boca. Por su vacilación, estaba completamente seguro de que era la primera vez que alguien reclamaba esos labios, y saber eso no hacía otra cosa que aumentar su placer.
Sí, era una mujer intrépida y llena de brío, una que lo hechizaba de formas que hasta ahora no conocía.
-Maggie...- susurró Braden contra sus labios, saboreando la percepción de esas dos sílabas y anhelando saborear algunas partes más íntimas de su cuerpo. Lentamente. Sin ninguna prisa.
Sí, quería tumbarla en el suelo y hacerle el amor durante el resto de la noche.
Y, en ese momento, podría matar al MacDouglas por haber hecho que se cortara el pelo. Lo que habría dado por conocer lo que pensaba hacer para poder detenerlo a tiempo... Jamás una mujer había hecho nada semejante por él, y todo porque no quería que le descubriesen.
Era un sacrificio mucho mayor de lo que se merecía un granuja como él.''
''-Sólo cierra los ojos y duérmete- dijo Braden, y su aliento le agitó ligeramente el cabello.
Como si ella pudiese hacer tal cosa cuando sentía una corriente de calor latiendo a través de su cuerpo. Jamás se había sentido tan viva ti tan despierta.
Todas y cada una de las partes de su cuerpo podían sentir a Braden. La piel de la nuca, donde percibía la suave y rítmica cadencia de su respiración. Su espalda, entibiada de un extremo a otro por el calor de su proximidad.
Pero, lo peor de todo, era que también lo sentía en su corazón. Porque allí era donde él conseguía que se sintiese segura. Donde ella anhelaba un sueño que nunca se convertiría en realidad.''
''Una y otra vez, Maggie cambiaba la posición de la cabeza y los brazos, tratando de encontrar una postura cómoda.
Era inútil.
Justo cuando se había resignado a pasar la noche en vela, Braden extendió la mano y le agarró el brazo.
-Ven aquí- susurró, apretando la espalda de Maggie contra su pecho-. Apóyate en mí.
Ella quería protestar. No, necesitaba protestar, pero no pudo. No cuando le gustaba tanto estar apoyada en él.
Renuentemente, le permitió acurrucarla contra su pecho.
¡Dios, ahora sí que estaba cómoda!
Colocó la cabeza sobre su bíceps, donde podía sentir el fuerte músculo protegiéndola del duro suelo. Aunque su cuerpo era tan duro como el acero, resultaba una maravillosa almohada.
Cerrando los ojos, Maggie saboreó la perversa sensación de estar envuelta por Braden y por su rica fragancia masculina. Él la envolvía con su presencia, y Maggie la sentía hasta lo más profundo de su alma.
Pero, aun así, no podía dormir.''
''Inadvertidamente, su mirada regresó a Maggie, que estaba tumbada rígidamente sobre la tierra. Ella se merecía a alguien mucho mejor que un granuja como él. Se merecía a un hombre que la amase, a ella sola. A decir, verdad, necesitaba a un hombre así.
Y en lo más profundo de su ser, Braden sabía que él nunca sería ese hombre. No sería capaz de entregarse tan sólo a una mujer. Jamás. Le gustaba demasiado su libertad. Le gustaban demasiado las mujeres.
Por esa razón, tendría que mantenerse alejado de ella. Porque, al final, no podría ofrecerle más que un corazón destrozado, y no quería añadir más sufrimiento a su vida.''
''-Buenas noches, Braden- dijo, volviendo a su posición original.
-Buenas noches, florecilla- susurró él. Pero, en su interior, sabía que una noche sin un beso suyo jamás podría ser buena.''
''No obstante, recordaba la felicidad que inundó su rostro surcado por las lágrimas cuando ella acunó el caballito contra su pecho.
-Viéndote, parecía que te hubiese regalado el tesoro de un rey.
-Y así era- dijo ella suavemente. Y, en ese instante, Braden sintió una extraña ternura hacia ella. Una que no sabía definir.
Jamás había sentido algo como aquello.
Y cuando las comisuras de los labios de Maggie se curvaron en una diminuta sonrisa, fue como si lo hubiese atravesado un relámpago.''
''-¿Sabes, Maggie? Hasta ahora, nunca me había dado cuenta de lo hermosa que eres.
Ella alzó la cabeza para mirarlo, vacilante.
-Dices eso sólo porque soy la única mujer que has tenido cerca los dos últimos dos días.
-Digo eso porque es la verdad.''
''Mucho después de medianoche y una vez que la lluvia dejó de caer, Maggie comenzó a adormecerse sobre la montura.
Braden se detuvo cuando la vio dar cabezazos. Preocupado de que ella pudiese caerse y romperse la crisma, la colocó sobre su propia silla.
Ella se despertó con un sobresalto.
-Shhh- le dijo-. No quería que te cayeras. Vuelve a dormirte.
En lugar de la discusión que Braden esperaba, ella asintió una vez, apoyó la cabeza contra su pecho y se durmió de nuevo al instante.
Su confianza en él lo dejó perplejo. Pero no tanto como la extraña ternura que invadió su corazón cuando bajó la vista y vio esa cabeza de cabello cobrizo apoyada sobre su pecho desnudo. Su aliento le hacía cosquillas en el hombre cada vez que respiraba, y tuvo que echar mano de todas sus fuerzas para no cubrir esos labios con los propios y enredar los dedos en sus cortos rizos.''
''¿Quién quiere la formalidad que implica tener una esposa?
Pero en lo más profundo de su corazón, Braden sabía que había una pequeña parte de sí mismo que realmente deseaba tener una familia. Maggie tenía razón. Le encantaban las fantásticas historias que cantaban los bardos sobre mujeres que defendían a sus familias con sus propias vidas. Quería ese sueño. Un sueño en que encontrara a su alma gemela, que nunca le pediría más de lo que él podía dar. Una mujer generosa que jamás traicionaría ni su confianza ni su amor.
Y, para su inmenso asombro, se encontró mirando a Maggie y preguntándose si ella quizás pudiese ser la única...''
''Braden siseó de placer al sentir el calor abrasador de la boca de ella. La lengua recorrió la barba incipiente de su cuello, jugueteando y atormentándolo con una oleada tras otra de placer.
Era tan extraño... No podía recordar cuántas mujeres le habían hecho eso en el pasado y, sin embargo, ninguna de ellas le había provocado esa extraña sensación de tensión. Esa sensación de totalidad.
Y lo que más le aterrorizaba era el hecho de que no podía apartarse de ella. Necesitaba todo eso de una forma que desafiaba cualquier explicación.''
''Jamás volvería a verla de la misma manera.
Jamás volvería a ignorarla.
Y la posesividad que sentía hacia ella lo asustaba aun más. Porque, en ese momento, Maggie tenía atrapado su corazón como ninguna otra mujer lo había hecho jamás. Como ninguna otra mujer lograría hacerlo jamás.
Sólo ella tenía capacidad para destruirlo. Sólo ella tenía poder sobre su corazón, y Braden se estremeció al saberlo.''
''Maggie vio la sombra que oscureció los ojos de Braden. Había tomado una decisión con respecto a ella, podía percibirlo. Y, a juzgar por la rigidez de su cuerpo, no era nada bueno, ni para ella ni para su corazón.
-Esperabas demasiado.
De hecho, así había sido. Ahora era el momento de conservar lo que le quedaba de dignidad. Poniéndose de puntillas, depositó un dulce beso sobre su mejilla.
-Gracias- le susurró al oído y, entonces, se separó de él y se encaminó de nuevo hacia el campamento.
Braden cerró los ojos mientras el dolor lo recorría de arriba abajo. Entendía lo que ella había querido decir y le dejaba hecho polvo no ser el hombre que Maggie merecía.''
''Se apartó de él.
Sin parase a pensar, Braden la agarró del brazo y la hizo retroceder.
-No te vayas estando enfadada conmigo.
-Dame una razón por la que no debería hacerlo.
Él trató de encontrar una. Pero no pudo. En realidad, todo lo que podía hacer era mirar la humedad de sus labios y recordar cómo sabían.
Sin ser consciente de ello, extendió un brazo y cubrió su cara con la mano.
La furia de Maggie ardió en sus ojos mientras estos se oscurecían, adoptando un tono castaño oscuro.
-Braden...
No tuvo oportunidad de terminar. Braden la atrajo hacia él y reclamó sus labios con los propios.
Oh, qué bien sabía ese hombre...
Braden pudo sentir el aliento de Maggie sobre su lengua e inhaló su dulce y femenina fragancia.
Ella lo había corrompido como ninguna mujer antes. Lo había vuelto noble.. Tierno. Amable.
Maggie veía en él cosas que ni siquiera sabía que existían. Peor aún, quería ser el hombre que ella veía en él.
-Maggie...- murmuró mientras la atraía hacia su regazo.''
''Ya de madrugada, Maggie se quedó dormida.
Braden permaneció despierto, escuchando su respiración y abrazándola con fuerza. Era un sonido maravilloso.
-Maggie- susurró contra su cabello, sabiendo que tendría que dejarla cuando ese día hubiese acabado.
¿Por qué?, quiso saber su mente.
¡No tengo elección!
Ella lo atraía como ninguna otra mujer. Sus caricias lo dejaban débil e indefenso. En lo más profundo de su alma, sabía que le daría todo lo que ella deseara.
Y jamás debería hacer eso.
No, en cuanto acabase el día, también acabaría su relación. Tendría que asegurarse de ello.
Rozando la frente de Maggie con los labios, Braden se permitió a sí mismo un instante para absorber el sabor y el olor de su piel. Cerró los ojos y dejó que esas sensaciones lo inundaran. Llevaría esos recuerdos en su memoria durante el resto de su vida.
Y lo perseguirían durante toda la eternidad.
-Adiós, mi amor- susurró.''
''Con los ojos desafiantes y abrasadores, Braden sujetaba su espada sobre la garganta del MacDouglas.
-Para matarla, tendrás que pasar sobre mi cadáver.
-¿Quieres morir por ella?- preguntó Robby.
-Sí- dijo Braden sin vacilar. La miró y, por primera vez, ella vio el amor en sus ojos-. Moriré por ella.
-Entonces, muere- dijo Robby antes de apartar a Braden de un empellón y lanzarle un golpe con la espada.''
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