''De pronto, sin darse cuenta siquiera de lo que hacía, se encontró recorriendo la sala con la mirada, buscando a Gira. Ya no estaba en el escenario, ni tampoco el pianista. Al fin los vio a los dos, junto a la mesa donde estaba sentada su abuela. Gina sonreía feliz a la anciana, mientras Peter Owen hablaba sin parar, sin duda buscando obtener las alabanzas de los demás invitados de la mesa por la actuación.
Alex sintió una necesidad imperiosa de dejar a Michael con sus admiradores, arrancar a Gina del lado de aquel baboso compañero y arrastrarla a la pista de baile, dejarse llevar por la música que estaba sonando y perderse en sus ojos ambarinos, saciar aquella locura.''
''Con uno de sus musculosos brazos, Alex la atrajo más hacia sí mientras que levantaba el otro para acariciarle el rostro. Las puntas de sus dedos apartaron con delicadeza un mechón de la frente a Gina y descendieron por la mejilla, trazando el contorno de la boca, para deslizarse hacia la barbilla, el cuello, introducirse por debajo del suave cabello y llegar a la nuca. Aquel contacto de piel contra piel era tan hipnotizador, que Gina no podía pensar con claridad. Quería más, mucho más.
De pronto sintió que Alex respiraba agitadamente, su tórax subía y bajaba apretado contra su pecho-. Perdóname, Gina, pero tengo que hacer esto- murmuró. Aquellas palabras cargadas susurradas cargadas de imperiosa necesidad hicieron que el corazón de la joven se desbocara. Y entonces vino el beso, repentino y arrollador.
(...)
Aún cuando él puso fin al beso, aquella química increíble seguía allí, flotando en el ambiente. Descansó la mejilla contra su cabello, manteniéndola abrazada con tal presión, que parecía que no quería soltarla nunca.
-Créeme, Gina, esto no es ningún juego- dijo con voz áspera-, pero tenemos que detenerlo porque tienes razón... No es justo.''
No hay comentarios:
Publicar un comentario