viernes, 14 de marzo de 2014

Fragmentos de El escocés domado

``El escocés domado´´ de Kinley MacGregor. 


''-No hay duda de que eres una contradicción muy interesante- admitió ella-. Lo reconozco. La personificación de la discrepancia.
-¿Y cómo es eso?
-Bueno, vives en una cueva, lo que sugiere un comportamiento rudo; pero al mismo tiempo te has asegurado de amueblar tu hogar con toda clase de lujos. Te comportas de un modo detestable con las personas, pero tratas a los animales con mucha ternura. ¿Qué me dices de eso?
-Que has pasado demasiado tiempo observándome.
De la misma manera que él se había pasado demasiado tiempo observándola a ella y el modo en que la brisa jugueteaba con sus mechones rubios que el velo dejaba a la vista. Observando la tentadora humedad que cubría sus voluptuosos labios.
Unos labios que parecían tan suaves como los pétalos de una rosa.
Unos labios que sabrían a ambrosía...''


''-Tienes una sonrisa muy agradable, Ewan. Tal vez sea mejor que la mantengamos oculta. Su rareza la hace mucho más valiosa. Así pues, atesoraré ésta hasta la próxima vez que me gane otra.''


''La ayudó a desmontar e hizo todo lo que pudo para no detenerse a pensar en lo agradable que resultaba tenerla en los brazos.
En lo agradable que resultaba sentir su cuerpo deslizándose sobre él...
Apenas pudo controlar el impulso de inclinarse hacia ella para inhalar ese dulce y femenino aroma. Para dejar que el agradable olor lo envolviera y lo embriagara.''


''Le devolvió el broche. El roce de sus dedos le provocó una extraña sensación que lo recorrió de pies a cabeza.
Era tan suave y su aroma tan femenino y delicado... Cerró los ojos e inhaló su perfume.
Era una mujer tan dulce...
Sin duda, un bocado digno de probar.''


''Nora permaneció de pie en mitad el camino, mirando a Ewan con adoración. En ese momento le parecía el hombre más dulce que hubiera conocido jamás.
Sentía ganas de llorar de felicidad y gratitud ante semejante detalle.
Tuvo que echar mano de toda su fuerza de voluntad para no darle las gracias con un beso.
-¿Por qué me lo has comprado?- le preguntó con voz llorosa a causa de la alegría.
Ewan tragó saliva al escuchar su pregunta. Aún no estaba seguro de por qué lo había hecho. Salvo que la expresión del rostro de la muchacha al ver el laúd lo había golpeado en el estómago como si de un sueño se tratara. Era obvio que el insignificante instrumento le reportaría incontables horas de felicidad y, por alguna razón que no se atrevía a sopesar, la idea de hacerla feliz lograba que se sintiera mejor.''


''Ewan siguió escuchándola y dejó que el sonido de su voz lo relajara. Antes de ser consciente de lo que hacía, había enterrado la mano en su cabello.
Pero ella no protestó.
-¿Quién eres en realidad, Nora?- le preguntó en un suspiro mientras le masajeaba el cuero cabelludo y luchaba contra el deseo de enterrar los labios en la piel expuesta de su cuello.
No le cabía la menor duda de que sabría a miel y que su intenso sabor le haría anhelar mucho más.''


''En ese instante le parecía hermosa. No sólo por su apariencia, sino por su interior.
Ella era la belleza que él deseaba tener. La belleza que contemplaría gustoso durante toda la vida mientras la guardaba en lo más profundo de su corazón.
Pero ella jamás sería suya.
Pertenecía a otro.''


''Poseía una gran belleza. Una belleza que lo hacía arder de deseo.
Incluso en esos momentos podía saborear la inocencia de su beso, la sensación de su cálido aliento sobre la cara. La forma en que lo había mirado al decirle que besaba muy bien...
La sangre comenzó a hervirle en las venas. El corazón le latía desbocado y tenía una extraña sensación de mareo, como si su mera presencia lo embriagara. Lo hiciera sentirse despreocupado y feliz.
Ninguna mujer lo había hecho sentir de esa forma.''


''Ella le sonrió.
Fascinado, Ewan no pudo apartar los ojos de su rostro. Su piel era suave y perfecta. Sus ojos claros y brillantes. Sus labios, rojos y llenos, habían sido creados para besos largos y apasionados. Para volver loco de deseo a un hombre.
Y eso era exactamente lo que estaba consiguiendo en ese momento. Ewan comenzó a sentirse temerario y, de alguna manera, libre. La deseaba contra toda lógica.''


''¡Och! ¿Cómo podía Catarina comportarse así después de lo que habían hablado? Esa mujer era una arpía. Una arpía alta, morena y hermosa que podría alejar a Ewan de...
``De mí´´.
Esas dos palabras resonaron un buen tiempo en su mente.
Era cierto. Le gustaba Ewan. Más de lo que debería, y la mera idea de imaginárselo con Catarina era suficiente para que deseara hacerle algo perverso a la mujer.
Sin embargo, él no le pertenecía. No podía controlarlo y no tenía derecho a decirle a quién podía mirar y a quién no. A quién podía desear...
Ewan jamás sería suyo.''


''-No tienes derecho a hablar de mi hermano. No lo conociste y no comprendes...
-Claro que lo comprendo, Ewan.
Extendió una mano y le acarició el rostro, girándole la barbilla para que la mirara. Quería que viera le verdad. Con desesperación.
-Sé exactamente lo que es amar a alguien con todo tu corazón y tener que sonreír cuando esa persona se aleja para casarse con otra. Sé lo mucho que duele. Sé cuánto deseaba morir cuando me ocurrió a mí; y cada vez que pienso que si me hubiera casado con él no me enfrentaría a la posibilidad de pasar la vida con Ryan ahora, me dan ganas de gritar por la frustración.''


''-Creo que eres un buen hombre, y si Kieran era la mitad de hombre que tú, es una lástima que ya no esté aquí. Isobail fue una estúpida por no darse cuenta de eso.
Sus palabras lo conmovieron como no lo había hecho ninguna otra cosa en mucho, mucho tiempo.
La muchacha se acercó a él muy despacio, como un espectro amparado en la niebla de la noche.
-No me toques, Nora- susurró cuando ella extendió una mano para acariciar su rostro.
-¿Por qué no?
-Porque si me tocas, te besaré; y si te beso ahora mismo, no sé si tendré la fuerza suficiente para apartarme y darme por satisfecho con el sabor de tus labios.''


''Ewan perdió la noción del tiempo mientras yacía en un pequeño claro contemplando el cielo. Debería volver al campamento, pero no tenía ganas de estar allí, donde se vería obligado a contemplar algo que no podía tener.''


''-Dime que me aleje, Nora- dijo de súbito-. Dime que te doy asco y que no quieres nada con un borracho malhumorado que se revuelca en la autocompasión.
Ella frunció el ceño al escucharlo.
¿Quién le había dicho eso?
-No te encuentro repulsivo, Ewan. Ni mucho menos.
Él le tomó el rostro entre sus enormes manos y la miró fijamente. Sus ojos parecían muy oscuros y estaban rebosantes de dolor-. Dímelo, Nora- insistió-, porque si no lo haces te haré el amor aquí en el bosque, como un animal.''


''El corazón de Nora dio un vuelco cuando él le regaló una sonrisa genuina. El gesto fue inesperado y arrebatador. 
Sus ojos brillaban a luz de la luna. El calor de su cuerpo la rodeaba mientras sus brazos la protegían del húmedo y frío suelo. Su pasión y su fuerza la envolvían.
Y quería más.''


''No podía imaginarse por qué lo había elegido. No era merecedor de lo que le ofrecía. No la merecía a ella, y punto.
Nora era la luz y la alegría.
Era la oscuridad y el pesar.
No obstante, esa noche se sentía feliz; porque en ese momento, y por cualquiera que fuera la razón, Ella estaba con él.''


''Una intensa oleada de furia lo sacudió al pensar que otro hombre pudiera tocarla como él lo había hecho esa noche.
Al imaginarla alentando a otro hombre con sus palabras. ¡Era suya!
``No tienes ningún derecho sobre ella. Además, ¿qué podrías ofrecerle?´´
Utilizó el manto de Nora para cubrirlos y enterró los dedos en ese cabello rubio claro. No tenía nada que ofrecerle. Lo único que sabía era cómo se sentía al abrazarla de esa forma.
Lo que sentía cada vez que ella lo miraba.
Que el Señor se apiadara de ambos, porque estaba claro que aquella noche les costaría muy cara. No obstante, se aseguraría de pagar la mayor parte de las consecuencias. Nadie lastimaría a la dama por lo que le había regalado.
Se aseguraría de ello.''


''No cabía duda de que era única.
Y le encantaría pasar toda una vida con ella, descubriéndola. Ese pensamiento lo hizo titubear.
¿Se atrevería a arriesgarse?
¿Se atrevería a no hacerlo?
Permaneció de pie delante de ella sin saber muy bien lo que hacer. Sin saber muy bien lo que debería hacer. 
Pero a fin de cuentas, había una verdad que resonaba con fuerza en su interior.
Nora se merecía a alguien mejor que él.''


''Ewan avanzó a lomos de su semental hasta colocarse junto a uno de los costados del carromato y contempló a Nora.
Con el corazón en un puño, consciente de que jamás podría conseguirla.''


''Acicateó a su caballo para poder hablar con ella.
-¿Nora?
Ella se giró para mirarlo. La brisa jugueteaba con los claros mechones de cabello que habían escapado del velo.
-¿Sí?- preguntó.
Se quedó sin respiración al mirarla, como si hubieran dado un puñetazo en el estómago.''


''Nora era una mujer maravillosa.
Y él no se la merecía. No se merecía nada.
-Vuelve dentro, Nora. Por favor.
Para su alivio, ella asintió con la cabeza y obedeció.
Ewan permaneció donde estaba, intentando respirar hondo para mitigar el dolor que le oprimía el pecho. Tenía que dejarla marchar cuando lo único que deseaba era aferrarse a ella.''


''Ewan compuso una mueca al escuchar semejantes palabras. 
-Tú no sabes nada del amor.
-Muy cierto. No sé nada de la flecha de Cupido y no tengo deseo alguno de que me instruyan. Sin embargo, si alguna vez me hirieran las maquinaciones del pequeño arquero, no creo que dejara escapar a la mujer que hubiera despertado mi interés para verla en brazos de otro hombre. Lo único que sé hacer es luchar por lo que quiero.''


''-¿Qué más podrías desear en un hombre? Es guapo y se preocupa por ti. Cuando te mira parece que su propia vida depende de tu felicidad. Daría cualquier cosa por tener a un hombre que me adorara en la misma medida que Ewan te adora.''


''Dolido en cierto modo, se había marchado y la había echado de menos desde entonces.
¿Cómo era posible? Había vivido sin ella toda la vida, así que ¿por qué en ese momento le parecía insoportable pasar un rato sin ella?''


''Ewan miró esos inquisitivos ojos ambarinos y se perdió en ellos. ¿Qué se sentiría sabiendo que tenía toda una vida para mirarlos?
¿Qué se sentiría al abrazarla de esa manera cuando fueran ancianos?''


''-¿Te he perdido esta noche?- preguntó ella en voz baja-. Parece que estuviera muy lejos, perdido en tus pensamientos. ¿Volverás conmigo o quieres que me vaya?
-Quédate conmigo, Nora.
``Quédate conmigo para siempre...´´.
Ojalá tuviera el valor de decírselo en voz alta. Pero no podía.
No se atrevía.''


''``Lucha por ella.´´
¿Se atrevería?
``¿Te atreverías a no hacerlo?
Trató de imaginarse lo que sería volver a su cueva sin ella. Trató de imaginarse lo que sería pasar un solo día sin su sonrisa. Le resultó imposible.
El ,ero hecho de pensarlo era demasiado doloroso. No, la retendría a su lado sin importar las consecuencias.Esa mujer era lo único bueno que había en su vida, lo único que lo hacía feliz. Y nadie la apartaría de su lado.
No sin pelear.''


''No podía sacársela de la cabeza. La necesitaba más que a cualquier cosa o a cualquier persona que hubiera necesitado jamás. La simple idea de vivir sin ella bastaba para postrarlo de rodillas.''


''Kieran debería haber sido más fuerte. Si Isobail significaba tanto para él, debería haber ido tras ellos, en su busca.
Debería haber luchado por lo que quería.
Él lo haría.
Jamás permitiría que alguien le arrebatara a su Nora. Parpadeó al comprender el significado de ese pensamiento. Su Nora.
¿Cuándo había empezado a pensar en ella de ese modo?
Sin embargo, no podía negar lo evidente.
Cuando creyó que Ryan había vuelto a por ella... estuvo a punto de morir. Y una vez que volvía a tenerla a su lado no pensaba dejarla marchar.
Nora era su mundo.
Lo era todo para él.
¡Por todos los santos, la amaba!
La amaba con todo su corazón.''


''-¿Por qué sigues aquí?
-Quería asegurarme de que no cometes ninguna estupidez.
-¿Cómo cual?
-Como encerrarte en ti mismo cuando abajo hay una hermosa mujer que te ama.''


''Una vez solo, Ewan dejó que su mente rememorara los últimos días que había pasado con Nora. La felicidad que ella había llevado a su desolada vida. 
Su mirada recayó en el bordado que yacía sobre la mesa. Lo levantó y frunció el ceño. Era la imagen de un trovador que tocaba el laúd con una dama. 
Le temblaron los dedos al trazar la escena.
¿De dónde sacaría las fuerzas para dejarla marchar?''


''-Quiero marcharme.
-¿Ahora?- preguntó su padre.
-Sí. Me iré con vosotros o sola, pero no me quedaré aquí ni un momento más.
Ewan se quedó sin aliento al escucharla. Nora iba a abandonarlo. 
``Tú le dijiste que se fuera´´.
Sí, lo había hecho. Sería mucho mejor así.
¿Y entonces por qué se sentía como si le hubieran arrancado las entrañas y el corazón?

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